En los últimos años, la hiperconectividad digital ha propiciado que las áreas de TI asuman un rol más relevante en las decisiones de negocio dentro de las organizaciones, sin limitarse exclusivamente a las operaciones cotidianas.
Esto supone una evolución en el modelo operativo de las empresas, donde ocurre una convergencia entre TI y las tecnologías operativas (OT) que propicia un nuevo modelo operacional proactivo y adaptado a los cambios dinámicos a través de todo el ciclo de vida del negocio.
Ante este panorama, surge la necesidad de implementar las llamadas redes basadas en intención, un modelo que integra componentes de automatización, machine learning e inteligencia artificial.
Según el ‘Reporte sobre tendencias globales en redes 2020’ de Cisco, el 39% de los CIOs entienden la importancia de que las redes evolucionen de la eficiencia operativa a un modelo de aprendizaje continuo para alcanzar el máximo valor de negocio posible.
Componentes de una red basada en intención
En un entorno multicloud, la red basada en intención debe incluir automatización de políticas a través de los dominios que le permitan adaptarse y optimizar a las necesidades de negocio.
Además, debe aprovechar otras tendencias tecnológicas actuales, como la ciberseguridad, la conectividad móvil con 5G y WiFi 6, la inteligencia artificial y machine learning.
Todas ellas, sumadas a la telemetría, nos permiten determinar el estado natural de la red y detectar cambios según el historial de operaciones previas, de forma que la red aprenda cómo reaccionar de manera automatizada.
TI y OT, en mancuerna
Los nuevos paradigmas de las redes también requerirán desde el corto al largo plazo reinterpretar los perfiles del talento necesario para administrar las redes y llevar el conocimiento de las mismas hacia el negocio, por lo que los roles involucrados evolucionarán en un futuro cercano.
El estudio predice que habrá perfiles que funcionen como los ‘comandantes’ de la red, responsables de ver el ciclo de vida de la red o las políticas de automatización.
También surgirán personas encargadas de ser los ‘detectives’ de la red, cuya función será garantizar la seguridad contra ciberataques, así como mantener la calidad del servicio.
Todas estas tendencias y previsiones tienen un punto de partida común: la convicción de que es necesario evolucionar la manera en que entendemos las redes para empezar a redefinir el valor que todo tipo de organizaciones pueden obtener de sus áreas de TI.
Las organizaciones que están liderando esta transición hoy en día se encuentran en un viaje que les exige romper silos y paradigmas, no solo a nivel tecnológico, sino operacional y de talento.
El estudio completo puede consultarse en el siguiente enlace.
Por Max Tremp, Director de Ingenieria de Cisco LATAM