Una startup de biotecnología llamada Koniku está tratando de desarrollar robots que puedan detectar infecciones por COVID-19 más rápido que las pruebas convencionales.
La tecnología fusiona neuronas con un chip de silicio, para crear un ‘cyborg olfativo’ capaz de detectar olores que van desde explosivos hasta patógenos.
El dispositivo de Koniku, el Konikore, es un poco más pequeño que un frisbee y se parece a un platillo volador. Cuando las proteínas de su chip se unen a un aroma que ha sido programado para detectar, las células amplifican y procesan esas señales con la ayuda de la aprendizaje automático, y el dispositivo se enciende.
El primer ensayo clínico de Koniku comenzó hace tres semanas y examinará muestras de pacientes analizados para COVID-19, con el fin de comparar que también detecta el virus el robot olfativo, en comparación con los métodos tradicionales. Pequeños ensayos internos ya demostraron que puede detectar con precisión la presencia de influenza A.
‘Nuestro objetivo es tener un dispositivo que combine la biología sintética con el silicio y mapee todos los olores de la vida humana a escala global’, dijo Oshiorenoya Agabi, drector ejecutivo y cofundador de la compañía con sede en San Rafael, California. ‘Deberíamos tener un dispositivo en cada hogar de Estados Unidos para detectar enfermedades’.
Los patógenos producen compuestos orgánicos volátiles únicos, un tipo de huellas dactilares, liberadas por células enfermas.
Estos olores característicos son las mismas pistas biológicas que permiten a los perros olfatear docenas de enfermedades. Finlandia probó la capacidad de los perros para detectar COVID-19 en una prueba en el aeropuerto de Helsinki el mes pasado.
Algunos investigadores han sugerido que el uso de perros podría ser el más barato, más rápido e incluso potencialmente más efectivo en la detección de la enfermedad, que los métodos que incluyen controles de temperatura, hisopos nasales y saliva.
En julio, investigadores alemanes demostraron que los perros entrenados podían distinguir entre la muestra de saliva de personas infectadas con el virus y las que no lo estaban, más del 90% del tiempo.
En una prueba de campo reciente en Alabama, el dispositivo Koniku pudo detectar explosivos mejor que los perros entrenados. La prueba fue realizada por funcionarios encargados de hacer cumplir la ley y el gigante aeroespacial Airbus SE, un inversor y socio de Koniku que ha estado trabajando para implementar la tecnología en los aeropuertos.
La fusión de Koniku de biología y la tecnología informática, a menudo denominada ‘wetware’ es un campo de crecimiento. Los inversionistas de la empresa incluyen SoftBank, Platform Capital, Halfcourt Ventures, el aeropuerto de Shangai y la división de capital de riesgo de Airbus.
Los dispositivos saldrán a la venta anticipada para desarrolladores de hardware esta semana.
‘La telesalud está creciendo, nuestro objetivo no es otra aplicación de Zoom, sino acercar la tecnología a las personas para poder detectar enfermedades en tiempo real’, dijo Agabi.