No hay en el mercado las condiciones
Debido a las características de concentración que existen tanto en la telefonía como en la televisión, es necesario que se haga «un análisis escrupuloso» sobre si es viable que también las empresas con gran participación en sus mercados puedan ser operadores triple play (proveedores de voz, datos y video en un solo paquete), consideró Eduardo Sánchez, diputado integrante de las comisiones de Comunicaciones y de Radio, Televisión y Cinematografía de la Cámara de Diputados.
«El principio de la convergencia es que todas las redes den todos los servicios, pero probablemente las condiciones de mercado no están dadas para que esto suceda, por lo que podría ser necesario que se le impida a algunos operadores participar en el triple play», sostuvo.
Sánchez, quien también fue vicepresidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Radio y la Televisión (CIRT), subrayó que en el caso de las televisoras se debe hacer un análisis desde el punto de vista de contenidos y de su oferta de servicio. Además, dijo que es necesario detenerse a evaluar el efecto que tendrá para los programadores la participación de las televisoras en el mercado triple play, pues éstos tendrán cada vez menos clientes a quiénes venderles sus contenidos, y se corre el peligro de que las compañías de televisión puedan boicotear a los proveedores de programación, o bien incurrir en prácticas monopólicas.
Se prevé que el próximo año comience la prestación de los servicios triple play en México, sin embargo, la instrumentación de este esquema ha sido motivo de controversia, sobre todo por la participación de empresas de gran tamaño en este mercado, como por ejemplo Telmex del lado de las telefónicas, y Televisa por parte de las televisoras.
Según especialistas y operadores de cable, el músculo financiero y la participación de mercado de estas empresas podrían representar riesgos para la competencia en el mercado triple play, pues tienen la capacidad de desplazar a los competidores de menor tamaño.
Sánchez dijo que con el fin de promover una sana competencia, las autoridades podrían llegar a tomar medidas extremas para las empresas con dominancia.
Fuente: El Universal, Angelina Mejía Guerrero
