La UNCTAD precisa que la brecha en el uso de la tecnología se agrandó debido a su «rápido avance» y a los altos costos. Aclara que si bien es cierto que los países en desarrollo están creciendo, «están muy por atrás del mundo industrializado»
La “fractura digital” entre países ricos y pobres se está agrandando, con los países en desarrollo a mucha distancia en el uso de las conexiones a internet de banda ancha, advirtió el miércoles la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD).
Se espera que la penetración de la banda ancha, la conexión más rápida, en los países desarrollados alcance el 28% en 2008, mientras en los países en desarrollo es de sólo el 3%, afirma la UNCTAD en el “Informe de la Economía de la Información 2007-2008”.
“La difusión de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) en los países en desarrollo está creciendo, pero esos países están muy por detrás del mundo industrializado”, escribe la agencia de la ONU.
La brecha en el uso de la banda ancha se agrandó por culpa del “rápido paso del desarrollo tecnológico” y los altos costos asociados, dijo a la prensa Anh-Nga Tran-Nguyen, una responsable de la UNCTAD.
La UNCTAD ha insistido en muchas ocasiones en la importancia de la banda ancha en el desarrollo económico, llegando a afirmar que es tan esencial para el mundo de los negocios como la electricidad y el agua.
En otros campos, la UNCTAD constata progresos en la reducción de las distancias, como en el caso del uso de la tecnología de la telefonía celular.
El dato es positivo porque el uso de la telefonía celular “es un punto de partida de la alfabetización digital”, argumentó Tran-Nguyen.
“Para muchos individuos y comunidades, una vez desaparece la resistencia inicial a las ICT, la adopción de tecnologías de más alto nivel es más fácil”, agregó.
La UNCTAD acaba por pedir a la comunidad internacional que tome medidas para reducir las diferencias en este campo, como flexibilizar los derechos de propiedad intelectual, potenciar las infraestructuras de los países en desarrollo, establecer alianzas ente el sector privado y el público en materia de investigación y desarrollo.
Fuente: El Economista, México
