Actualmente, los teléfonos móviles están programados para durar unos 2 años, no obstante, sin la obsolescencia programada que practican los fabricantes, su vida útil podría ser de hasta 12 años.
‘Absolutamente todos los fabricantes de móviles practican en estos momentos la obsolescencia programada. Cuando el móvil se ralentiza o ciertas apps no funcionan, solemos pensar que es normal’, asegura Benito Muros, presidente de la Fundación Energía e Innovación Sostenible sin Obsolescencia Programada (Feniss).
Muros sostiene que actualmente la vida útil de un teléfono es de dos años. Después, es frecuente que empiece dar problemas, y explica que su reparación puede costar hasta un 40% de lo que costaría comprar uno nuevo.
‘Si no existiera la obsolescencia programada, un teléfono móvil tendría una vida útil de 12 a 15 años’, afirmó Muros.
La Autoridad Garante de la Competencia y del Mercado de Italia, impuso hace unas semanas una multa de 5 millones de euros a Samsung y otros de 10 millones a Apple por obligar a sus clientes a realizar actualizaciones del software que ralentizaba los teléfonos móviles.
Ambas compañías fueron acusadas por la autoridad de llevar a cabo prácticas comerciales injustas que causaron graves disfunciones [en los dispositivos] y redujeron significativamente su funcionamiento, acelerando así su sustitución por productos más recientes.
En países como Italia y Francia ya se promueven leyes para que se prohíban totalmente estas prácticas. De hecho, ‘Francia es el primer país europeo que introdujo medidas para erradicar este tipo de prácticas que no pueden mantenerse porque requieren del uso de recursos naturales finitos, generan gran cantidad de desechos y un quebranto económico para el consumidor, así como consecuencias negativas para la salud pública y el medio ambiente’, explico la portavoz socialista de Consumo, Begoña Tundidor.
En España no hay ninguna ley que penalice la obsolescencia programada. En 2016, el Partido Socialista proponía en su programa electoral prohibir y penalizar de forma estricta las prácticas de obsolescencia tecnológica forzada de los productos por parte de las empresas. La Comisión de Sanidad del Congreso aprobó por unanimidad en abril de 2017 una propuesta de ley del Grupo Parlamentario Socialista que instaba al gobierno del PP a prohibir la obsolescencia programada.
Alodia Pérez, responsable de recursos naturales y residuos de Amigos de la Tierra, explica que la gente cambia de móvil en promedio una vez al año y que los primeros móviles tenían una vida útil y hasta seis años.
‘Vivimos en la era de la obsolescencia programada. No solo en los móviles, también los muebles, el calzado o los electrodomésticos. Las lavadoras que tenían nuestros padres duraban 20 o 30 años y ahora pocas duran más de siete’. Se trata, según afirma, de una estrategia de mercado para poder seguir vendiendo.
Ante la multa impuesta por la Autoridad Garante de la Competencia y el Mercado de Italia, Apple ofreció disculpas, después de que Geekbench, un blog que mide las tasas de rendimiento de los móviles, destapara un dato atípico: el rendimiento de los iPhone caía, sin causa aparente, transcurrido el año o dos.
‘Nunca hemos hecho nada para que se acorte de forma intencionada la vida de un producto de Apple, afirmó la compañía. Pero para dar respuesta a las quejas de los clientes, anunció la reducción en todo el mundo hasta diciembre de 2018 del precio de sustitución de la batería fuera de 89 a 29 euros, para todos los modelos iPhone 6 o un modelo posterior.
En Samsung se mostraron ‘decepcionados’ con la penalización del organismo y negaron haber lanzado ninguna actualización de software que redujera el rendimiento del Galaxy Note 4. ‘Tomaremos las acciones legales necesarias para apelar la decisión de la Autoridad Italiana de Competencia’, afirmó Samsung.