A pesar de su potencial transformador, la adopción de inteligencia artificial en América Latina avanza con rezago, con apenas 15 % de las empresas utilizando esta tecnología, en su mayoría en fases piloto.
Esta cifra contrasta con niveles de adopción más avanzados en otras regiones, como la Unión Europea con 28 %, Estados Unidos con entre 35 % y 38 %, y China con más de 40 %.
Especialistas de la firma de normalización NYCE, la Asociación de Internet MX y consultoras como BP Gurús y The White BX Project señalaron que el desarrollo de la IA en la región enfrenta retos estructurales que limitan su despliegue efectivo y responsable.
Entre los principales obstáculos se encuentra la baja inversión pública en ciencia y tecnología, que representa solo 0.5 % del producto interno bruto regional, muy por debajo del promedio de 2.4 % registrado en países desarrollados, según cifras de la UNESCO. A esto se suman los bajos niveles de alfabetización digital y la dependencia tecnológica de modelos entrenados con datos que no corresponden al contexto latinoamericano.
Estas condiciones incrementan el riesgo de exclusión, reproducción de sesgos discriminatorios y concentración de beneficios en sectores urbanos o económicos específicos. De acuerdo con Carlos Pérez, director de NYCE y presidente del Consejo Mexicano de Normalización y Evaluación de la Conformidad, esta brecha no solo refleja una diferencia en capacidades tecnológicas, sino también una falta de visión estratégica, infraestructura digital adecuada y preparación institucional para integrar la IA de manera segura, ética y sostenible.
Frente a este panorama, los expertos subrayan la necesidad de adoptar un enfoque de corregulación que combine estándares técnicos internacionales con marcos legales nacionales adaptados a la realidad cultural y ética de cada país. También destacan la importancia de fomentar la formación de talento en áreas científicas, tecnológicas y humanísticas, así como de diseñar políticas públicas que articulen objetivos sociales y productivos.
Ariana Bucio, directora de BP Gurús, afirmó que el desarrollo de soluciones tecnológicas con perspectiva social y cultural propia puede convertirse en una ventaja competitiva para la región, siempre que se promueva una educación inclusiva que integre dimensiones éticas, científicas y tecnológicas.
Los especialistas también respaldaron la implementación del estándar internacional ISO/IEC 42001 como un marco de referencia para la gobernanza de la IA. Este estándar, desarrollado por la Organización Internacional de Normalización, establece principios para la gestión de riesgos, seguridad, rendición de cuentas y transparencia en el uso de sistemas de inteligencia artificial. Además, permite anticipar y controlar los tres principales riesgos asociados a esta tecnología: sesgos algorítmicos, violaciones a la privacidad y falta de transparencia en la toma de decisiones.