Sony tiene planes de construir una segunda planta de chips en la prefectura de Kumamoto, al sur de Japón.
Esta nueva instalación estará dedicada a la fabricación de sensores para teléfonos y se espera que esté operativa en 2025.
El anuncio llega un mes después de que el país asiático manifestara su objetivo de triplicar las ventas de chips en los próximos siete años, afrontando así los riesgos geopolíticos mediante una mayor producción local.
La empresa japonesa reveló un informe acompañado de una fotografía del terreno, el cual abarca una superficie de 270,000 metros cuadrados.
Actualmente, las instalaciones de Sony en Kumamoto emplean a unas 3,300 personas y se encargan de la producción de sensores para teléfonos inteligentes, vehículos y equipos industriales.
Además, la compañía nipona es el principal proveedor mundial de sensores de imagen CMOS, utilizados en cámaras de teléfonos inteligentes y automóviles.
Según el diario local Nikkei, en 2021, Sony tenía una participación de mercado del 44%, superando el 18% de su competidora surcoreana Samsung Electronics.
El país asiático ha anunciado diversos proyectos para expandir las ventas de semiconductores hasta alcanzar los 15 billones de yenes (103,000 millones de euros) para 2030, según la nueva estrategia presentada recientemente por el Ministerio de Economía, Comercio e Industria de Japón (METI).
El METI ha resaltado la importancia de establecer una cadena de suministro sólida de chips avanzados, que puedan ser utilizados en nuevas industrias como la inteligencia artificial (IA) y los vehículos autónomos.
