El gigante automovilístico Stellantis y el fabricante electrónico Foxconn anunciaron una alianza estratégica para desarrollar habitáculos digitales que prometen revolucionar la forma de conducir y vivir los automóviles.
Los dos grupos crearán una empresa conjunta, con participación al 50%, para desarrollar un conjunto de sistemas y programas informáticos que se emplearán en todas las marcas de Stellantis y se ofrecerán a otros constructores.
La unión entre ambas organizaciones tiene el potencial de convertirse en una de las alianzas más importantes en los mundos de la tecnología y de los automóviles.
Stellantis nació en enero pasado y agrupa marcas como Peugeot, Jeep, Fiat, Chrysler, Citroën u Opel, mientras que la taiwanesa Foxconn es el principal fabricante de productos con la marca Apple.
La nueva compañía, que se llamará Mobile Drive y tendrá su sede en Países Bajos, desarrollará programas informáticos de ayuda a la conducción y para el infoentretenimiento a bordo.
Los sistemas que desarrolle la nueva compañía se emplearán en todas las marcas de Stellantis, pero también se ofrecerán a otros fabricantes de automóviles para incrementar la rentabilidad de la nueva entidad.
La nueva compañía entrará en un nuevo modelo de negocio, impulsado por el uso de los datos de los automóviles ya en las carreteras y de la inteligencia artificial, explicó el responsable de software de Stellantis, Yves Bonnefont.
Además, también se avanzará en el desarrollo de pantallas y aplicaciones para los pasajeros de los vehículos, independientemente de la acción del conductor.
El resultado final será la creación de conjuntos de infoentretenimiento y ayudas a la conducción, aprovechando la tecnología en la nube y las capacidades del 5G.
Esos sistemas ofrecerán desde ayudas a la conducción y conducción autónoma, hasta la búsqueda de información, ocio o comercio electrónico por parte de los pasajeros, que tendrán pantallas propias también en los asientos traseros.
Bonnefont aseguró que el fuerte aumento de la presencia de la tecnología en el habitáculo no tiene por qué distraer al conductor, ya que precisamente habrá más conducción autónoma, pero también más comandos vocales y proyección de información en el parabrisas para que el chófer no distraiga su mirada de la carretera.
Ingenieros de ambas compañías están ya trabajando conjuntamente en el desarrollo de los primeros proyectos, aunque en la presentación se evitó cuidadosamente hablar de fechas concretas en las que se podrían ver los primeros resultados de esta cooperación.
La clave del éxito de Mobile Drive estará en la rapidez con la que sus ingenieros desarrollen aplicaciones y las puedan implantar en los vehículos, coincidieron tanto Bonnefont como Calvin Chih, CEO de TIH, la filial de Foxconn para el sector del automóvil.
Stellantis vendió aproximadamente 6 millones de vehículos el año pasado. Esta cantidad presenta una oportunidad para que Foxconn diversifique un negocio que actualmente depende de Apple para gran parte de sus ingresos.