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Subsidio, recuperación de inversiones en la portabilidad numérica

Permitir que las telefónicas recuperen las inversiones destinadas a implantar la portabilidad numérica implicaría autorizar un «subsidio a la ineficiencia», ya que la portabilidad es un mandato establecido en la Ley Federal de Telecomunicaciones (Lefete) y no un proyecto especial.

Ésa fue la observación que envió Ernesto Piedras, director de The Competitive Intelligence Unit, a la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (Cofemer) en relación con las reglas de portabilidad emitidas por la Comisión Federal de Telecomunicaciones para su consulta pública, mediante la Cofemer.

Piedras consideró que la recuperación de las inversiones implicaría compensar a la empresa que pierda un cliente, cuando este último decida cambiar de proveedor de servicios y mantener su número al cambiar de compañía. Lo anterior implicaría subsidiar a Telmex por la pérdida de clientes ante la competencia.

Teléfonos de México (Telmex) es la empresa que ha solicitado a las autoridades, mediante tal consulta, que se permita que las inversiones destinadas a establecer la portabilidad sean recuperadas. Tales inversiones, en el caso de Telmex, han sido calculadas en alrededor de cien millones de dólares e incluso esta empresa ha propuesto que un esquema podría ser que se autorice un cargo mensual a los usuarios de telefonía. Otras empresas, como Telefónica México, han manifestado su rechazo a esa propuesta e incluso han observado la necesidad de no dar mayores privilegios a Telmex.

Cargos entre proveedores

Otro esquema propuesto por Telmex ha sido cargos entre proveedores del servicio. Piedras consideró:

«Establecer un pago por parte del proveedor receptor al proveedor donador por cada número portado, significaría crear de facto una línea de ingresos, de negocio artificial, y una nueva barrera económica para la portabilidad numérica, que beneficiaría principalmente a los agentes con poder sustancial en el mercado.»

Lo anterior implicaría inhibir los esfuerzos del proveedor- receptor (el que reciba al cliente que determine cambiar de compañía) para captar nuevos usuarios.

«En el escenario en que un operador de telecomunicaciones sabe que tendrá que pagar por cada cliente que reciba en su red, se reducen dramáticamente sus incentivos para crear oferta de valor encaminada a adquirir nuevos suscriptores, limitando así el fortalecimiento del proceso de competencia», explicó.

Destacó que los ingresos que recibirían los proveedores donadores (los que pierdan al cliente) serían equivalentes a un subsidio a la ineficiencia, pues el impacto por la pérdida de clientes se estaría diluyendo gracias al pago realizado por los proveedores receptores.

Así, tales ingresos se traducirían en otra herramienta de negociación para el dominante en temas no necesariamente ligados a la portabilidad. Además crearían un ambiente de especulación respecto de la conveniencia de favorecer o no la portabilidad, así como del proceso para fijar el nivel de la tarifa que el proveedor donador cobraría.

Fuente: El Financiero