A pesar de la crisis por la pandemia de COVID-19, tanto gobiernos como empresas no sólo mantuvieron, sino que incluso aumentaron sus inversiones en la innovación, según un índice mundial publicado hoy por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI).
Las cuantiosas pérdidas que ha causado la crisis sanitaria no desanimaron a los inversionistas públicos ni privados, lo que los especialistas de la organización interpretan como una aceptación general de que las nuevas ideas serán vitales para superar la pandemia e incentivar el crecimiento económico en los próximos meses y años.
La fortaleza del campo de la innovación en el último año se evidencia en el aumento que hubo en la producción científica, en el gasto en investigación y desarrollo (I&D), en el número de solicitudes de patentes y de las operaciones de capital de riesgo.
Según el análisis, los gastos en I&D fueron particularmente resilientes en el primer año de esta crisis con respecto a recesiones anteriores.
La publicación también actualiza la clasificación anual de las economías del mundo, de acuerdo a su capacidad y producción de innovación, pero en realidad los países que están en la cima permanecen inamovibles con respecto a los resultados de los últimos años: Suiza encabeza la lista, seguida de Suecia, Estados Unidos y el Reino Unido.
El gran salto lo consiguió Corea del Sur, que pasó del décimo al quinto puesto y empujó ligeramente hacia abajo a Holanda (6) Finlandia (7), Singapur (8), Dinamarca (9) y Alemania (10).
China escaló dos lugares, hasta el décimo segundo puesto, pero lo más interesante de esto es que es el único país en desarrollo que se mantiene en la cuesta ascendente de forma constante desde hace más de diez años y los expertos no dudan de que pronto entrará en el selecto club de los diez países más innovadores del mundo.
Turquía, Vietnam, India y Filipinas están ganando terreno y empiezan a influir en el panorama de la innovación. De manera más amplia, el informe observa que los países del sudeste y del este de Asia también comienzan a cerrar poco a poco la gran brecha que les separa de Estados Unidos y Europa.
En otras regiones, incluida Latinoamérica, destacan los casos de Chile, México, Costa Rica y, más recientemente, Brasil, ubicados entre los 60 primeros de la lista.
Mientras las empresas de programación, tecnologías de internet y comunicaciones, de hardware, de equipos electrónicos, las farmacéuticas y las biotecnológicas aumentaron sus inversiones en innovación, los negocios afectados por la pandemia -en particular el automotriz, transportes y viajes- redujeron sus desembolsos en este ámbito.