Los habitantes de San Francisco se están acostumbrando a ver pequeños vehículos eléctricos circulando por las calles sin nadie en el asiento del conductor.
Después de años de exageraciones y promesas excesivas que resultaron en desilusión, el acceso a los servicios reales de robotaxi se está convirtiendo en una realidad para miles de personas.
Los servicios de Waymo funcionan de manera similar a cualquier servicio de transporte compartido que depende de un conductor humano, como Uber y Lyft. Se utiliza una aplicación para confirmar la ubicación de recogida, ingresar el destino y esperar el viaje.
Cuando el vehículo llega, se abre las puertas mediante un toque en la aplicación Waymo. Después de subirse y abrocharse el cinturón, se puede iniciar el viaje a través de una pantalla táctil o utilizar la aplicación.
San Francisco es la única ciudad del mundo donde dos empresas ofrecen servicios sin conductor para el público las 24 horas del día, los siete días de la semana, aunque ambas están limitadas en cuanto a quiénes pueden viajar y dónde, y Waymo aún no puede cobrar por los viajes.
Este esfuerzo no está exento de controversia. Funcionarios de la ciudad californiana han reportado un aumento en los incidentes de seguridad a lo largo de este año, y varios legisladores se han opuesto a expandir el área y las horas en las que los taxis robot pagados pueden operar.
Los autos de Waymo solían ser bastante conservadores, a menudo conduciendo por debajo del límite de velocidad. El viaje podía ser un poco irregular en ocasiones, y en encuentros con peatones, el robotaxi tendía a priorizar la seguridad.
La flota actual de Waymo consta de 200 automóviles en San Francisco. La compañía realiza alrededor de 10,000 viajes a la semana en la ciudad y el área de Phoenix, y su objetivo es aumentar ese volumen a 10 veces para el próximo verano.
Miles de usuarios, excluyendo a los empleados de Waymo, viajan en un área limitada de San Francisco, y la lista de espera es de más de 80,000 personas. Un grupo más pequeño de 1,000 ‘probadores de confianza’ tiene acceso a vehículos que pueden viajar por toda la ciudad.
La Comisión de Servicios Públicos de California tiene previsto decidir el 29 de junio si otorga a Waymo un permiso para comenzar a cobrar por los viajes.
Las empresas de conducción autónoma ya no solo se dedican a proyectos científicos, sino que están construyendo negocios reales. Por supuesto, los servicios siguen siendo limitados, por ejemplo, el servicio público de Waymo aún no cubre la esquina noreste de la ciudad.