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Tecnología, un factor indispensable

En la actualidad la tecnología se ha convertido en un elemento indispensable al interior de las organizaciones. Representa una herramienta valiosa que le permite a la empresa enfrentar los retos de la globalización y mantenerse firme ante los embates de la economía.

La falta de información, desconfianza, inercia o carencia de recursos, son  algunos de los factores que impiden a las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), dar el siguiente paso e incluir a la tecnología dentro de sus  operaciones.

El proceso de incorporación de esta herramienta, le brinda a las mi pymes el beneficio de incrementar su capacidad de respuesta, habilitar procesos y elevar las utilidades. Se relaciona con aspectos como la capacidad de integrarla a sus procedimientos, cultura y filosofía, así como la apropiación del sistema por parte de los empleados.

Al adquirir un sistema de TI (Tecnología de Información) es necesario  considerar la adopción de modelos de negocio centrados en la web, que permitan garantizar la presencia de los servicios y la información en cualquier momento y en cualquier lugar. Esto transforma las prácticas de comercialización para dar paso a las empresas y mercados virtuales, productos, enseñanza y otros  conceptos que modifican las prácticas tradicionales de comercialización,  hábitos de compra y las formas para crear ventajas competitivas.

Para iniciar con un proyecto de TI, es necesario considerar dos aspectos  primordiales, el primero que tiene que ver con la parte operativa y uno más con el personal de la empresa.

En el primer caso, es indispensable identificar las necesidades de información,  así como revisar el modelo de negocio en función de las reglas definidas.

Igual de importante resulta establecer claramente los objetivos a alcanzar después de la implementación del sistema, y determinar un presupuesto de las metas a corto, mediano y largo plazo.

El segundo aspecto se relaciona con la gente. Debe considerársele como parte de cualquier estrategia de actualización tecnológica, y generar la sensibilización  del personal de la empresa para que forme parte del cambio, conozca los  beneficios y lo que representa el proyecto. Es necesario ayudarlos a adquirir las capacidades para comprender, asimilar y adoptar las nuevas facilidades de  transformación.

Finalmente se debe determinar cuál va a ser la duración del proyecto, establecer un periodo de tiempo adecuado para la puesta en marcha de los nuevos sistemas de información. Esto dará como resultados un plan de trabajo claro y  preciso de todas las actividades para llevar a cabo el proceso de implantación.

Periódicamente hay que revisar el cumplimiento de los objetivos planteados al inicio del proyecto, con la finalidad de controlar y retroalimentar el proceso de cambio. 

Fuente: El Economista, Columna Invitada, Por Jared Isaac Cortes Montes*