Los proveedores de telefonía fija enfrentan el reto de retener a sus clientes que, conquistados por la movilidad y la baja gradual en las tarifas celulares, son vulnerables a caer en la tentación de cancelar las líneas instaladas en sus hogares.
En México existen más de 800 mil casetas de telefonía pública que han perdido cierta utilidad frente a la presencia de 76.6 millones de líneas móviles.
El analista de la firma de consultoría Select, José Garcés, refirió que operadores europeos como British Telecom y France Telecom, cuyos inicios fueron en el segmento fijo y tienen actualmente un brazo de telefonía pública, emprendieron un modelo de movilidad para amortiguar el impacto proveniente de los celulares.
El modelo consiste en darle al usuario la posibilidad de usar en las casetas públicas las llamadas que no hizo efectivas y que de cualquier manera paga en sus recibos mensuales de telefonía.
Explicó que en Europa, como en México, los contratos de telefonía fija se basan en un cierto número de llamadas mensuales, «si el usuario sólo ocupó 80 de las cien que tiene permitidas, las 20 restantes podrían ser utilizadas en cualquier caseta de teléfono público del operador que da el servicio».
A través de un número 01 800, los operadores potencializan la lealtad de sus clientes al permitirles realizar las llamadas no usadas de su plan residencial en cualquiera de las casetas públicas de la empresa con sólo marcar una clave, mediante la cual se le informará a cuántas tiene derecho y hasta qué fecha.
Con ello, las empresas reducen el churn o abandono de clientes al tiempo que ganan nuevos suscriptores, que verán en este modelo no sólo el beneficio de aprovechar al máximo el pago de su servicio, sino de pensar dos veces en cancelar su línea telefónica.
Fuente: El Financiero, México
