Telefónica Brasil, a través de la marca Vivo, activará hasta finales de julio la señal móvil 5G en ocho ciudades ese país, a la espera de la subasta de concesiones para operar la red de quinta generación prevista para el próximo año, informó la compañía.
El servicio 5G DSS de Vivo, un tipo de tecnología de transición entre la cuarta y la quinta generación de telefonía móvil, comenzará a ser ofrecido en diferentes barrios de las ciudades de Sao Paulo, Río de Janeiro, Brasilia, Belo Horizonte, Salvador, Goiania, Curitiba y Porto Alegre.
Telefónica Brasil se convertirá así en la compañía puntera en la cobertura 5G en número de ciudades atendidas, aunque la pionera en el país fue Claro, controlada por América Móvil, de Carlos Slim.
Claro fue la primera en iniciar el despliegue de 5G en Brasil y esta semana comenzó a ofrecer el servicio de conexión de quinta generación en barrios de clase media alta de Sao Paulo y Río de Janeiro, dos de las ciudades más ricas y pobladas del país.
Ambas operadoras usarán la tecnología DSS (compartimiento dinámico de espectro), el cual permite tomar prestada una parte de la frecuencia del 4G y destinarla al 5G.
‘A partir de esta tecnología es posible compartir, de forma dinámica, el espectro 3G y 4G no utilizado para prestar el servicio 5G. No obstante, como el espectro no posee una banda continua y dedicada, la experiencia 5G todavía no podrá ser sentida en su totalidad’, precisó Vivo en un comunicado.
La expansión del 5G a gran escala todavía depende de la subasta local de espectro, la cual estaba prevista para este año y ha sido aplazada para el primer trimestre de 2021.
La subasta otorgará derechos sobre cuatro diferentes bandas de radiofrecuencia (700 MHz, 2.3 GHz, 3.5 GHZ y 26 GHz), lo que, en un país con dimensiones continentales y un mercado de 210 millones de habitantes, convierte el concurso en uno de los mayores del mundo en el sector.
La licitación ha generado gran interés internacional y hasta disputas políticas por el apetito manifestado por el gigante chino Huawei para ofrecer sus tecnologías y las presiones públicas del Gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, para que la compañía china sea vetada.
Pese a que Huawei no es una operadora de telefonía y no participaría en la subasta, se trata de una de las mayores empresas abastecedoras de infraestructura para tecnología 5G en el mundo, junto a la sueca Ericsson y la finlandesa Nokia.