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Televisión de paga por línea telefónica, ¿el futuro?

Según el acuerdo de convergencia que ha circulado recientemente, se espera que a Telmex se le autorice ofrecer servicios de televisión restringida a los hogares de México. Esto, que podría parecer una buena noticia, se vio criticado en los medios de comunicación con dos controversias. La primera, si se le debería de cobrar a Teléfonos de México por la transferencia, y la segunda, el posible daño que podría sufrir la industria del cable establecida si Telmex participa en el mercado de televisión de paga. 

La necesidad de que en una industria haya más empresas proveyendo de un servicio, en principio, debe ser bienvenido, ya que los consumidores se pueden beneficiar de mejores precios y, como resultado de ello, un mayor número de consumidores pueden tener disponibilidad del producto, en este caso, de servicios de televisión restringida. Esto es muy benéfico para la población, al tener más bienes por proveer disponibles.

Veamos las consideraciones. El Estado mexicano tiene derecho a cobrar por los derechos de telecomunicaciones, en particular, las concesiones de cable y de televisión restringida desde un punto de vista tecnológico, dado que la
industria del cable requiere de utilizar conductores exclusivos que deben de ser colocados a lo largo de las calles para que lleguen a los hogares. Esto resulta en que hay una tendencia a un monopolio natural en la industria,
ya que pocos proveedores de cable se pueden autorizar para una zona, y en la práctica, se termina teniendo uno o pocos proveedores en cada zona.

El Estado debe balancear la autorización a uno o a pocos proveedores que den servicios en un área, a los cuales se les puede cobrar por la concesión y transferir al menos parte de las rentas monopólicas al Estado.

Por otro lado, sí se le debe regular el precio del servicio de tal manera que pueda cubrir sus costos la operadora, pero al mismo tiempo que ofrezca tarifas económicas para darle acceso a la mayor cantidad posible de suscriptores.

La industria del cable tiene como competencia el ofrecimiento de otros servicios a través de televisión satelital. La televisión satelital rompió con la barrera que representaba en la industria de televisión restringida el que pocos proveedores dieran servicios de este tipo en cada zona, aunque el ancho de banda disponible para telecomunicaciones también está limitada, ya que el espectro de frecuencias es finito y lo tienen que compartir diversos productos inalámbricos, telefonía, datos, televisión, radio, entre otros.

Regresando al tema de televisión restringida, ofrecer este servicio a través del cable telefónico complementará la disponibilidad de ofertas que el cliente puede tener y alentará la competencia, tarifas más bajas y una mayor cantidad de personas servidas.

Cobrar la extensión de la concesión a Telmex dará como resultado una tarifa mayor que el proveedor tendrá que cobrar por sus servicios al consumidor. Si esta tarifa se transfiere a los nuevos usuarios, resultará simplemente en un servicio más restringido y con menos usuarios.

Si ya de por sí el servicio a prestar es muy exclusivo con una tarifa alta, cobrar una cuota se podría justificar para transferir parte de las rentas al Estado. Por ello, es importante que las autoridades gubernamentales determinen
con cuidado la política a seguir y, en principio, buscar que la mezcla de producto-precio permita una mayor cantidad de usuarios con acceso al nuevo servicio.

La entrada de Telmex a ofrecer servicios de televisión restringida debe ayudar a que más clientes puedan tener acceso a ellos.

Otro problema es la política de precios que adopte Telmex, ya que será determinante en su penetración en este mercado y en la capacidad de respuesta de otros oferentes. Existe el temor de que Telmex, en algún momento, subsidie con otras operaciones este servicio y los precios que ofrezca resulten dañinos a otros proveedores en la industria, quizás forzándolos a salir o a poner precios mucho más altos que, de otra manera, ofrecerían si no hubiese ocurrido una guerra de precios.

Para que esta situación ocurra se necesita primero que Teléfonos de México se vuelva un competidor dominante en la industria. Dada la baja penetración que se tiene del servicio de televisión por conexión telefónica, esta situación se ve aún algo distante.

Por ello, lo más probable es que en el corto plazo el servicio de televisión restringida que ofrezca Telmex simplemente servirá para aumentar las opciones que tiene el usuario, que deseablemente lo abaratará y aumentará sus opciones. Aunque es importante que, por parte, de las autoridades se tenga una política adecuada de regulación de precios y mayor oferta de servicios que aumente las opciones a los usuarios y beneficie a la sociedad.

Fuente: El Economista, Humberto Valencia Herrera