El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó hoy una nueva estrategia de ciberseguridad basada en ‘operaciones ofensivas’ para disuadir a sus adversarios de atacar la infraestructura del país, principalmente de los que considera sus principales adversarios: Rusia, China, Irán y Corea del Norte.
La Estrategia Nacional Cibernética promete ataques contra los países y organizaciones que Washington considere ‘hostiles’ en el ciberespacio, y deja atrás la táctica impulsada por el Gobierno de Barack Obama (2009-2017) por considerarla meramente ‘defensiva’.
‘Hemos autorizado operaciones cibernéticas ofensivas que se adoptarán a través del proceso’ gubernamental establecido en la estrategia, dijo el asesor de seguridad nacional de Trump, John Bolton.
La estrategia de Trump pretende crear estructuras de disuasión que demuestren a sus adversarios que el costo de atacar a Estados Unidos ‘es demasiado alto’, según Bolton.
Trump derogó recientemente la llamada directiva presidencial 20, que regía las operaciones en el ciberespacio de Estados Unidos durante en mandato de Obama y que, según Bolton, limitaba la capacidad ofensiva de Washington en ese ámbito.
‘Vamos a hacer muchas cosas en el terreno ofensivo, y nuestros adversarios tienen que saberlo. Es importante entender que ya no estamos solamente en modo de defensa, como hemos estado mayoritariamente durante un buen tiempo’, subrayó el funcionario.
La versión desclasificada de la estrategia acusa a Rusia, China, Irán y Corea del Norte de ‘usar el ciberespacio como medio para desafiar Estados Unidos, sus aliados y socios, a menudo con una temeridad que nunca considerarían en otros ámbitos’.
La estrategia permite a cada agencia del Gobierno estadounidense diseñar sus propias acciones ante las posibles amenazas en el ciberespacio, con el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca -encabezado por Bolton- como coordinador.