Twitter declara la guerra a la manipulación con mensajes masivos enviados por robots, mejor conocidos como bots.
De esta manera, suprimirá de su plataforma contenidos idénticos o muy similares publicados por parte de múltiples cuentas de forma simultánea, retuits y likes mecanizados.
La supresión incluye tuits con contenidos similares que sean enviados al mismo tiempo o programados.
La red social recomienda que los retuits se realicen desde un único perfil.
También quedarán prohibidos los mensajes difundidos desde las aplicaciones que coordinan la actividad de varias fuentes y que sean utilizadas para difundir hashtags.
Con esta decisión, Twitter intenta hacer frente a la ‘actividad maliciosa’ detectada en situaciones de conflicto o en eventos de alta trascendencia social, como como sucedió en el debate secesionista catalán o en las elecciones Estados Unidos, donde la intervención intencionada de robots ha quedado acreditada.
De esta manera, la compañía se asegura que sean humanos y no máquinas quienes generen contenido en la red, donde los trolls y los mensajes programados estaban depreciando el valor de la red y provocando una fuga de usuarios.
Hasta ahora, se utiliza un sistema automatizado que se dedica a difundir de forma masiva y desde múltiples cuentas un contenido determinado, que puede conseguir que se haga un trending y que de pronto, sea de interés general para todos los usuarios.
Es decir, que desde un despacho pueda coordinarse la maniobra de este tipo con el objeto de generar una corriente de opinión con un potencial de gran difusión y un costo muy bajo; es esto precisamente lo que Twitter quiere eliminar.
Esta decisión no opera en situaciones de emergencia, en las que las autoridades públicas quieran comunicar alertas en situaciones de fuerza mayor (por ejemplo, un terremoto).
Con esta decisión, Twitter declara la guerra a los spammers, aunque también lucha contra los generadores de opinión y los que difunden noticias falsas por la red.