El Banco Central Europeo (BCE), uno de los principales bancos centrales del mundo que buscan una moneda digital, considera que si bien cualquier euro digital sería un gran avance en la innovación tecnológica, existe la preocupación de que los consumidores, con la opción de almacenar dinero directamente en la autoridad monetaria, agotarían sus cuentas bancarias comerciales durante una crisis, lo que provocaría inestabilidad financiera.
La presidenta del BCE, Christine Lagarde, dijo que una moneda digital del Banco Central podría llegar en unos cuatro años. También fue desdeñosa de las monedas digitales privadas como Bitcoin y afirmó que probablemente está ‘fuera de discusión’ que su institución la mantenga.
El miembro de la junta ejecutiva del Banco, Fabio Panetta, dijo que un euro digital podría ser la innovación que haga que las tasas de interés negativas se transfieran directamente a los consumidores.
Panetta agregó que las tasas de interés de -1% o -2% en la moneda digital de un Banco Central, probablemente no sean suficientes para frustrar tales corridas durante choques agudos. Cualquier sistema necesitaría una remuneración escalonada ‘altamente penalizante’, comentó.
Panetta reconoció que el uso de tasas negativas en la moneda digital de un Banco Central también podría ser contraproducente.
Por ejemplo, en tiempos de crisis podría ser necesario ajustar la remuneración de la moneda digital, pero esto podría indicar que el Banco Central está anticipando tensiones financieras, lo que lleva a una inestabilidad autocumplida, comentó.