El guante inteligente ProGlove reduce el tiempo de los montajes, aumenta las capacidades de los operarios y disminuye la tasa de error.
Desde su lanzamiento en 2014, el dispositivo ya se encuentra en 10,000 puestos de trabajo de Europa, Canadá y Estados Unidos, y entre sus clientes están firmas como BMW, Volkswagen, SEAT, Renault, Peugeot, Lufthansa, Thyssenkrupp, Bosch y KuKa.
Precisamente esta última, que es un referente de la robótica industrial en el mundo, cuenta con los guantes en sus departamentos de logística y no opta por los robots para estos procesos.
El guante inteligente incorpora un escáner que permite reducir hasta cuatro segundos el tiempo que se dedica a cada proceso de escaneado –un ratio del 50%–, logrando reducir la tasa de error en un 33%.
Este dispositivo aligera los procesos, recorta el tiempo y permite recopilar más datos, logrando la digitalización desde el momento en que se instala.
El sistema permite cambiar la habitual pistola de escaneo que se usa en los procesos de montaje o clasificación logística, dando manos libres a los trabajadores.
‘Se monta en un guante industrial estándar y el escaneado se activa con sólo presionar un botón. El proceso de escaneo manda los datos al sistema a través de un proceso propio de radiofrecuencia que se usa en la industria’.
Un ejemplo práctico se da en la planta de Seat, en Martorell, donde han recortado los tiempos en la línea de montaje.
‘Si tu estás en la línea de montaje y tienes que montar un airbag en 60 segundos, nuestra tecnología permite ahorrar 3.12 segundos en el momento de montarlo, que suele ser de unos seis segundos; es casi la mitad de tiempo. El valor de un segundo en la industria automovilística es un euro. El ahorro es entonces, significativo’.
‘Con este sistema se tiene un impacto inmediato. Quitas la pistola, te pones ProGlove y puedes empezar a funcionar como lo hacías antes pero más rápido. A las empresas les gusta porque la mejora es desde el primer minuto, puedes digitalizar algo sin tener un proyecto grande ni la necesidad de un departamento de TI. No cambiamos los hábitos y a los operarios también les gusta, les resulta más fácil trabajar’.
El sistema de ProGlove está enfocado a la sencillez desde todos los ámbitos, no solo en el uso del trabajador. El paquete, que ahora cuesta 2,000 euros a las empresas, incluye un guante, dos escáneres, un cargador de batería y un receptor que se conecta a la computadora de la línea de producción, y que funciona del mismo modo que un teclado: enchufar y listo, sin ningún tipo de instalación.
Manuel Bönisch, cofundador de ProGlove, comenta que la revolución de las máquinas en la industria es todavía una utopía, porque ‘la automatización tiene sus límites debido al aumento de la variedad de los productos y a que los procesos son cada vez más complejos cada día y los ciclos de producto más cortos. No creemos que en el futuro sólo haya automatización, eso es una ilusión’.