Inicio Tecnología. UNAM estrena supercomputadora

UNAM estrena supercomputadora

El rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Juan Ramón de la Fuente puso en marcha la supercomputadora KanBalam, la más potente de México y América Latina, que requirió una inversión de tres millones de dólares.

Acompañado por Alejandro Pisanty Baruch, director general de Servicios de Cómputo Académico, dijo que ese equipo se pagó con recursos de la institución, y se monta sobre una infraestructura que se desarrolla desde 1991 con erogaciones diversas.

En conferencia de prensa previa, De la Fuente detalló que la supercomputadora multiplica la capacidad de este organismo y la infraestructura que la UNAM pone al servicio de México.

Si bien el equipo es utilizado principalmente por investigadores de la UNAM, aseveró que son muchos los convenios que se tienen con otras universidades e instituciones del sector público y privado que también se benefician con estos resultados.

Dijo que hay disciplinas que son impensables sin la herramienta que significa una supercomputadora como la que se puso en marcha y como ejemplo citó a la física de partículas, la química cuántica, los estudios sobre el clima y la contaminación, geología, la ingeniería sísmica, las ciencias biológicas, y las neurociencias.

KanBalam, nombrada así en honor a un matemático maya reconocido por la precisión de sus cálculos con el dominio del tiempo, es siete mil veces más potente que la primera supercomputadora de la UNAM, la CRAY-YMP que data de 1991, y 79 veces más poderosa en cálculo que el equipo AlphaServer SC45, adquirido en 2003.

Tiene una capacidad de procesamiento de 7.113 Teraflops; es decir, 7.113 billones de operaciones aritméticas por segundo. Cuenta con un mil 368 procesadores, una memora RAM de tres mil Gigabytes y un sistema de almacenamiento de 160 Trabytes.

En el ámbito internacional, es la número 126 en la clasificación de las 500 supercomputadoras más rápidas en el mundo; la 44 en cuanto a sitios académicos y la 28 respecto de las supercomputadoras instaladas en universidades.

Tanto De la Fuente como Pisanty Baruch coincidieron en que el equipo “es una máquina para repatriar investigadores”. Y es que, dijeron, muchos de ellos carecían de una herramienta que les permitiera seguir adelante con sus investigaciones.

De la Fuente, además, subrayó la necesidad de que para detener la fuga de cerebros que se vive en México haya políticas de Estado que permitan revertir estas tendencias.

Fuente: El Economista