El supermercado Broad Branch Market, ubicado en las afueras de Washington DC, está utilizando seis robots que entregan a domicilio las compras realizadas, como medida para evitar que la gente salga de sus casas en medio de la pandemia por el COVID-19.
Los robots se asemejan a un refrigerador portátil con seis ruedas y reparten en una hora los pedidos que sus clientes hacen a través de una aplicación móvil, aunque también aceptan pedidos vía correo electrónico, explica la propietaria de este negocio local, Tracy Stannard.
Una de las condiciones para recibir este servicio es que los clientes no residan a más de 1.6 kilómetros del establecimiento.
Cuando un cliente solicita la compra por la aplicación, los empleados de la tienda cargan los artículos en uno de los robots, y luego este se traslada sobre las aceras para efectuar la entrega a domicilio.
Los robots de Broad Branch Market forman parte de una flota de la compañía californiana Starship que iba a ser desplegada por numerosos campus universitarios del país hasta la suspensión de clases debido a la pandemia del COVID-19.