Según estudio realizado por SBRLab, existen patrones diferenciales entre hombres y mujeres que sugieren un manejo distinto en las redes respecto a la discriminación.
El proyecto ‘Internet: Creatively Unveiling Discrimination’, ha elaborado una guía para educadores y familias, con el fin de facilitar la creación de herramientas y estrategias que combatan los comportamientos nocivos en la red.
Como parte de esta iniciativa, un equipo de sociólogos de la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona, ha llevado a cabo un estudio sobre las expresiones de discriminación utilizadas por los jóvenes con edades que van de los 17 a los 24 años en Facebook y han llegado a la conclusión de que hay variaciones en este tipo de contenidos, dependiendo de si son compartidos por hombres o mujeres.
Como explica David Dueñas, investigador de Social Business Research Laboratory en la Universidad Catalana (SBRLab) y autor principal del estudio, el objetivo ha sido obtener información acerca de los tipos de contenidos discriminatorios creados por los jóvenes y su propagación a través de redes sociales como Facebook.
‘Considerando los principios éticos y de privacidad de datos que deben regir la investigación social, buscamos voluntarios en cinco ciudades: Barcelona, Bucarest, Bruselas, Londres y Roma, en colaboración con entidades que tienen experiencia en la lucha contra la discriminación y la desigualdad’, señala David Dueñas i Cid, investigador de SBRLab.
En el estudio se destaca que los hombres jóvenes tienden a la actividad directa, publicando y compartiendo mensajes con contenidos más claramente discriminatorios, sobre todo dirigidos hacia grupos étnicos y minorías culturales.
Por su parte, las mujeres utilizan estrategias de discriminación más indirectas, aceptando y difundiendo contenidos de otros (‘me gusta’) con una menor evidencia del componente discriminatorio. Sus actitudes se dirigen mayoritariamente hacia la situación sociocultural y la apariencia física, comenta el autor.
En el estudio también se destaca que los jóvenes varones con menos estudios son los que vierten más contenidos discriminatorios en Facebook, y las jóvenes universitarias, las que menos.
Además, los autores han detectado que hay ciertos tipos de discriminación que se pueden esconder más fácilmente, entre ellos, la apariencia física, la clase social o la homosexualidad. Otros, como la etnia y la religión, son clasificados como altamente discriminatorios, en tanto que los temas de género se sitúan en un nivel intermedio.
Dueñas hace la siguiente reflexión: ‘La vida online no deja de ser un reflejo de la realidad offline, con la diferencia de que las actividades pueden ser registradas en un espacio que se ha convertido en público o semipúblico, lo cual ayuda a darles relevancia, visibilidad y permanencia. Seguimos moviéndonos en Internet de un modo similar a como lo haríamos en el mundo real, pero en la red las palabras no se las lleva el viento’.
La metodología y los resultados de esta investigación han sido publicados en la revista Comunicar.
Con información de El País