Las más recientes generaciones de vehículos conectados, autónomos, compartidos y eléctricos han abierto la puerta a una nueva forma de hackeo.
Elementos como la apertura sin llave, el arranque y apagado remotos y las aplicaciones móviles para autos, se pueden usar como puntos de intrusión.
Según datos publicados recientemente por Upstream Security, casi el 40% de los incidentes en los últimos 12 años provocaron que las identidades de las víctimas quedaran expuestas de una forma u otra.
El estudio, que incluyó más de 900 incidentes cibernéticos automotrices desde 2010 hasta finales de 2021, reveló que el resultado más común de los ataques cibernéticos automotrices es una violación de datos o privacidad.
Además, casi un tercio (27.9%) de ellos resultaron en el robo o allanamiento del auto.
El tercero de la lista, con un 24.2%, es el control de los sistemas del automóvil, lo que significa que casi una cuarta parte de las intrusiones permitió a los piratas informáticos controlar la mayoría, si no todas, las funciones dentro del vehículo.
Más del 40% de los ciberataques se llevaron a cabo mediante el hackeo de los servidores. Si bien puede no parecer un gran problema a primera vista, la piratería en los servidores de los OEM es importante.
La mayoría de los servidores de los OEM están a cargo de los servicios de comando y control. Esto significa que pueden operar las operaciones del vehículo de forma remota mediante el envío de comandos como bloquear y desbloquear las puertas de un automóvil, encender el motor, entre otros.