Rolls Royce está aumentando el esfuerzo de propulsión supersónica en un acuerdo con la compañía Reaction Engines de Gran Bretaña, para trabajar en motores de aviones de alta velocidad que podrían usarse para un jet supersónico de Virgin Galactic.
Reaction Engines ha desarrollado una turbina llamada ‘motor cohete que respira aire’, que puede operar tanto en vuelo normal como en el espacio. Enfría rápidamente el aire, lo que permite que los aviones pasen de cero a cinco veces la velocidad del sonido e incluso más rápido que los vuelos espaciales.
Rolls Royce invertirá 20 millones de libras, es decir 24 millones de dólares en Reaction, según una portavoz del fabricante.
Las empresas, que han trabajado juntas desde 2018, explorarán oportunidades en vuelos hipersónicos y supersónicos.
Rolls Royce planea explorar cómo esta tecnología podría usarse en los propios motores de combustión de la compañía, así como su uso potencial en futuros sistemas de propulsión híbridos-eléctricos, ya que busca hacer que volar sea más eficiente y sustentable, dijo el director de estrategia global de la compañía marca Thomson en un comunicado.
El impulso hacia el vuelo hipersónico se produce cuando el negocio más tradicional de Rolls Royce, que fabrica motores para aviones de pasajeros de largo alcance, ha sido destruido por el coronavirus.
La compañía suministró al Concorde, el único avión supersónico con certificación civil del mundo hasta la fecha, pero en los años intermedios se ha planteado preguntas sobre el ruido y el impacto ambiental de los vuelos de alta velocidad.