Se espera que en 2025 un 20% de la población mundial utilice 5G y que su penetración sea aún mayor en Europa, donde alcanzará el 34%, lo que supone un total de 231 millones de conexiones, según el informe ‘Mobile en España y en Mundo 2020’, realizado por Ditrendia.
El estudio evalúa que, en el ámbito mundial, el avance del 5G no está siendo tan rápido como se esperaba.
En 2025, solo los países desarrollados de Asia alcanzarán la mitad de sus conexiones con esa tecnología. Norteamérica le seguirá, con un alcance del 48%. En América Latina, la previsión es que la tasa de implantación sea de un 7%.
En 2019, la tecnología más utilizada fue la 4G. Esta tiene algunas limitaciones en comparación con la 5G, respecto principalmente a su velocidad y conectividad. Mientras la 4G llega a una velocidad de 200 Mpbs, la tecnología venidera alcanza los 10.000 Mbps y cubre todo el territorio, incluyendo zonas rurales o aisladas.
La previsión para 2025 es que haya un crecimiento, en todas las regiones del mundo, del uso de los móviles. En Europa, el estudio de Ditrendia indica que pasará del 85.8% en 2019 al 87.5% en 2025. Los europeos, los norteamericanos y los chinos son los más conectados a través de un smartphone.
El uso de computadoras y portátiles cayó un 6.8%, a un 44% del total, y el descenso del tráfico por tablets fue de un 27% (solo un 2.7% de las conexiones a la web fueron hechas por este dispositivo).
Habrá un aumento en la utilización de otros dispositivos conectados a internet, aparte de los móviles y las computadoras, según el estudio. En el mundo, había aproximadamente 8,000 millones de dispositivos conectados en 2019, utilizados en el ámbito doméstico, urbano o automovilístico, por ejemplo. La estimativa es que haya 13,800 millones de dispositivos de este tipo en 2024.
Esta tecnología está relacionada especialmente en el ámbito de las ciudades inteligentes (28.6%), de la internet de las cosas aplicada a la industria (26.4%) y de la salud (22%).
Los usuarios buscan, principalmente, en los dispositivos conectados la seguridad, el ahorro de tiempo y dinero. En el sector empresarial, las compañías apuestan, con el uso de esa tecnología, por reducir sus costos generales, aumentar los ingresos de sus productos o el número de clientes y mejorar sus procesos comerciales.