Ahora que Microsoft hizo oficial el fin del soporte para el sistema operativo Windows 7 –y con ello la suspensión de sus respectivos parches de seguridad y actualizaciones–, es un buen momento para que los usuarios puedan considerar otras opciones.
Existen en el mercado sistemas operativos gratuitos basados en código abierto (software está distribuido y desarrollado libremente) que pueden ser una buena alternativa a Windows, de Microsoft.
Algunos ejemplos son Linux, que a su vez cuenta con distribuciones como Ubuntu, elementary OS o Linux Mint. Además, existen tutoriales detallados que explican cómo empezar a utilizarlas.
No obstante, en ocasiones, la complejidad de este tipo de sistemas y su instalación echa para atrás a diferentes internautas que intentan explorar otras alternativas.
‘Son sistemas pensados para que la gente de manera autónoma pueda descargar lo necesario para instalarlos y actualizarlos’, explica Juan Pablo Peñarrubia, vicepresidente del Consejo General de Colegios de Ingeniería en Informática.
‘Para Linux está disponible la inmensa mayoría de aplicaciones que necesita alguien a nivel personal. A nivel empresarial, puede haber más limitaciones, ya que los sistemas a veces tienen servicios internos basados en servicios básicos de Windows’.
Ubuntu, la distribución más famosa de Linux, es una de las recomendaciones de los expertos en ciberseguridad para iniciarse en el mundo del open source. Está orientado al usuario promedio por su facilidad de uso cuenta con un escritorio y modo de uso similar al de Windows.
La principal ventaja de estas alternativas es, según sostiene Peñarrubia, que ‘te ahorras el costo de la licencia y vas a tener un ciclo de vida del equipamiento más largo’.
‘Windows va sacando versiones. Llega un momento en que el fabricante dice a partir de un día concreto no sacamos más actualizaciones. Eso con Linux no ocurre, por lo que se estira mucho más el tiempo que puedes tener una computadora’.
Estas alternativas, en la mayoría de los casos, se caracterizan porque no hay una empresa detrás que esté velando por sus intereses económicos y esté cuidando también las actualizaciones.
‘Aquí es la comunidad, que en ocasiones es hasta más rápida a la hora de sacar parches. Hay que tener en cuenta que hablamos de miles de usuarios’, agrega Peñarrubia.