Con el objetivo de detonar la innovación en las organizaciones de banca y finanzas, Microsoft ha identificado tres factores clave para modernizar las operaciones del sector, empujando tecnologías de seguridad, experiencia e inteligencia, para hacer los procesos de negocio más ágiles, flexibles y eficientes, construyendo así, no solo un soporte intuitivo para sus operaciones, sino también para garantizar la satisfacción de las organizaciones.
Pese a que las instituciones bancarias ven en la tecnología un aliado de valor, la transición a lo digital se realiza de manera paulatina, atendiendo puntualmente los retos y oportunidades de la industria.
Tal panorama también destaca la inversión y adopción crítica de tres ejes:
1. Seguridad
Con la migración a ecosistemas digitales también se amplia la superficie de riesgo, por lo que las organizaciones necesitan contar con sistemas y estrategias de defensa avanzados.
En contraste, actualmente 42% de los negocios del sector carecen de regulaciones dedicadas a ciberseguridad y gestión del riesgo.
2. Experiencia omnicanal
A nivel global se calcula que 9 de cada 10 usuarios emplean aplicaciones móviles para gestionar sus transacciones, reflejando un cambio de paradigma en relación a la banca tradicional, donde las plataformas digitales son ya un componente fundamental del sector financiero, en especial para las generaciones más jóvenes.
3. Economía de datos
Apalancando el salto a lo digital, proyecciones contemplan que alrededor del 70% de las instituciones financieras redirigen tal conjunto de data hacia aplicaciones y algoritmos de aprendizaje automático, aumentando su capacidad para predecir valores y disminuir el riesgo de inversiones, por lo que en la medida que integren este tipo de tecnologías podrán maximizar sus diferenciadores en el mercado y aprovechar las soluciones digitales para construir inteligencia de negocio.
De este modo, instituciones como BanCoppel pueden hacer de la tecnología un poder transversal, que les permita no solo tener un mejor control de sus datos y procesos, sino que les ayude a ser más eficientes y obtener mejores resultados.
Mediante el empleo de soluciones de nube y aplicaciones empresariales, como las disponibles en Dynamics 365, las organizaciones pueden reinventar sus procesos y ser un ejemplo claro de cómo la digitalización impacta múltiples aristas de negocio, reinventando tanto procesos internos como externos.
Al adoptar tecnología dentro de su operación, las empresas de servicios financieros no solo son más seguras, accesibles y escalables, sino que también pueden automatizar sus servicios y aprovechar el uso de inteligencia artificial para el procesamiento adecuado de la información.
Tomando en cuenta el capital de datos disponible, las organizaciones del sector pueden generar ofertas personalizadas y a la medida de las necesidades de las personas y empresas, favoreciendo el posicionamiento de productos financieros y disminuyendo así tiempos operativos.
Con la implementación de capacidades de nube y funciones ERP, se puede llevar a cabo la trazabilidad de la información un fundamento operativo, obteniendo mejor control de las tareas internas, trabajando con conjunto de aplicaciones empresariales inteligentes que ayudan a gestionar el negocio gracias al uso de conocimientos predictivos generados mediante IA.
Con la inclusión de un software especialmente diseñado para cumplir con sus necesidades, los bancos pueden tomar mejores decisiones, unificar procesos empresariales, reducir costos y tener mejor control de la complejidad financiera y los riesgos globales.
Si bien las medidas de distanciamiento aceleraron la digitalización del sector financiero en los últimos años, aún existe una brecha considerable entre el nivel de adopción tecnológica de esta industria, con diferencias significativas dependiendo del tamaño de la organización, la ubicación en la que opera o incluso el tipo de servicios que ofrece.
En la actualidad, aunque 34% de los bancos ven en la digitalización una prioridad de negocio, solo 1 de cada 2 firmas considera que tiene lo necesario para transformarse.
Sin embargo, esta transformación también reformula la relación de la banca hacia sus clientes, brindándoles experiencias más intuitivas y accesibles, convirtiéndose en un pilar clave de la banca moderna y apelando a las demandas de nuevas generaciones de clientes.