Entre 75 y 375 millones de personas, en su mayor parte en el mundo desarrollado, pueden tener que cambiar de categoría ocupacional de aquí a 2030 a consecuencia de la automatización, según un estudio del Instituto Global McKensey (MGI).
El estudio ‘Trabajos perdidos, trabajos ganados: transiciones de la fuerza de trabajo en un tiempo de automatización’, que abarca 46 países, analiza aspectos como la productividad y el crecimiento, los recursos naturales, los mercados laborales, el impacto económico de la tecnología y la innovación, y la urbanización.
Los investigadores concluyen que desde el punto de vista laboral la generalización de la automatización, término que incluye el uso de robots y de inteligencia artificial, va a generar cambios desde el punto de vista del trabajo de los humanos, pero no va a ser el apocalipsis que algunos prevén.
Según los autores del estudio, el grado en el que esas tecnologías reemplazarán a los trabajadores dependerá del ‘ritmo de su desarrollo y adopción, del crecimiento económico y del crecimiento de la demanda de trabajo’.
Actualmente existe desde el punto de vista técnico el potencial para automatizar aproximadamente la mitad de las actividades laborales a nivel global y un tercio de las actividades que comprenden 6 de cada 10 ocupaciones de hoy en día pueden ser automatizables.
Sin embargo, el porcentaje de las actividades que estarán automatizadas efectivamente en 2030 será probablemente menor, debido a factores técnicos, económicos y sociales que hacen variar mucho las cosas entre unos países y otros.
Entre los 46 países analizados en el estudio los hay donde la proporción de horas trabajadas que serán automatizadas de aquí a 2030 es casi inexistente hasta otros donde llegarán a un tercio del total.
El punto medio de actividades automatizadas puede ser un 15%, indica el estudio.
En los países desarrollados en razón del aumento de los niveles salariales y de los incentivos para adoptar tecnología de este tipo el grado de automatización será mayor que en los en vías en desarrollo.
Si el punto medio global de automatización será del 15%, en Japón puede llegar al 26%; en Alemania, al 24%; en Estados Unidos, al 23%; en China, al 16%, y en India, al 9%.
Brasil estará en torno al 15%, México, en el 13%, Colombia y Chile, en torno al 11%, Argentina sobre el 10%, Costa Rica, alrededor del 9% y Perú, sobre el 7%.
El estudio vislumbra que la automatización va a transformar el mundo del trabajo no solo por la desaparición o disminución de algunas ocupaciones, sino porque va a cambiar las existentes y va a crear otras que hoy no existen.
La cifra de trabajadores que deberán cambiar sus categorías ocupacionales de aquí al 2030 va de 75 millones a 375 millones, lo que significa del 3 al 14% de la fuerza laboral global.
‘La adopción de tecnología puede y a menudo lo hace causar desplazamientos laborales a corto plazo, pero la historia muestra que a la larga crea una multitud de nuevos empleos y desata la demanda de los ya existentes, lo que incluso contrarresta y supera el número de empleos que destruye, ya que eleva la productividad laboral’, señalan los autores del estudio.
EFE