Actualmente existen 4,400 millones de personas sin acceso a Internet a nivel global, y 3,400 millones de ellas se localizan en 20 países. Este grupo está conformado por el sector rural, por el de bajos ingresos, por ancianos, analfabetas, y por gran cantidad de mujeres.
Como prueba de ello, entre 1,100 millones y 2,800 millones de personas están fuera del alcance de una red móvil existente; 920 millones de personas que no están conectadas son analfabetas. En los países en desarrollo, las mujeres tienen el 25% menos de probabilidad de estar conectadas que los hombres. Se estima que entre 3,800 millones y 4,200 millones de personas tendrán acceso a Internet para 2017.
Conectar a las próximas 4,400 millones de personas requerirá que las empresas, los gobiernos y la sociedad civil trabajen juntos para eliminar los obstáculos que se interponen en el camino para lograr un mundo más conectado.
Éstos y otros datos fueron revelados en el estudio ‘Desconectados y atrasados: las barreras frente a la adopción de Internet’, una investigación llevada a cabo por McKinsey & Company en colaboración con Facebook.
El estudio examina las tendencias que han impulsado el crecimiento de Internet, la demografía de la población que todavía no se encuentra en línea y describe cuatro categorías de obstáculos: los incentivos, los bajos ingresos y capacidad de pago, capacidad de usuarios y de infraestructura.
El informe también presenta el ‘Índice de barreras de Internet’, un estudio basado en la combinación y en la gravedad de las barreras que enfrentan 25 países. Por ejemplo, países como Egipto, India e Indonesia se enfrentan a los mayores desafíos con respecto a los incentivos y la infraestructura. En la India, la adopción de Internet está mostrando un crecimiento constante, pero la tasa de penetración de Internet actual es sólo del 15%. El objetivo del índice es ayudar a identificar similitudes y retos comunes, que pueden ayudar al gobierno y la industria a facilitar el desarrollo de soluciones.