- Diciembre y enero son los meses más importantes para la industria juguetera en el mundo, que capta alrededor de 85 mil millones de dólares anuales.
En este periodo, la industria de juguetes en México capta el 70% de las ventas, que sumaron 2 mil 400 millones de dólares en el 2015, de acuerdo con datos de la Asociación Mexicana de la Industria del Juguete (AMIJU), y para el 2019 prevé llegar a los 2 mil 721 millones de dólares, según estimaciones de Euromonitor Internacional.
En las tiendas online y físicas se pueden encontrar juguetes inteligentes que pueden hacer lo que antes sólo era posible en la imaginación de los niños. Hoy los juguetes entablan conversaciones, reconocen voz e imágenes, identifican movimientos e incorporan información como el clima a través de tecnología de geolocalización.
Por ejemplo, los niños pueden disfrutar de la hora del baño con un patito a prueba de agua que narra cuentos, canta, juega y mide la temperatura de la bañera, además permite bajar nuevos contenidos a través de internet.
También existe un osito que puede charlar, contar chistes, aprender cuáles son las actividades favoritas de los niños, reconocer cuando es lanzado (con un acelerómetro), dar la hora y compartir eventos cercanos (con geolocalización).
Parece muy divertido, sin embargo hay que considerar los riesgos que implica que un juguete se conecte a internet y comparta tanta información. En el caso del antes mencionado osito, expertos en ciberseguridad descubrieron que tenía una vulnerabilidad que permitía revelar el nombre, edad, género, fecha de cumpleaños y otros datos personales de los niños.
Ahora mismo no hay evidencia de que estas brechas de seguridad hayan sido explotadas por los hackers para robar los datos de los pequeños, sin embargo es necesario reconocer que la información que almacenan las empresas de juguetes inteligentes puede ser extraviada o robada en cualquier momento.
Hay que tomar las medidas de seguridad necesarias para evitar a los cibercriminales y proteger los datos sensibles de toda la familia y su bienestar.
Para ello, Sophos, firma especializada en ciberseguridad, comparte una lista de recomendaciones para disfrutar tranquilamente de este tipo de juguetes:
1. Conoce cómo interactúa el producto con internet. Debes entender cómo se conectan e interactúan con internet los juguetes o videoconsolas, qué datos solicitan y recolectan, qué opciones de privacidad tienen y cómo se configuran. Recientemente, una famosa muñeca realizaba una conexión a Internet para responder las preguntas que sus dueñas le hacían, gracias a un software de reconocimiento de voz, sin embargo el juguete no especificaba qué tipo de datos guardaba ni solicitaba consentimiento de los padres para hacerlo.
2. Cambia las contraseñas predeterminadas. Esta es una de las mejores maneras para dar mayor seguridad a los dispositivos: cambia la contraseña del dispositivo a una más compleja, que tenga al menos ocho caracteres y que incluya números, símbolos y letras mayúsculas y minúsculas.
3. Controla el usuario de los niños. Esto es MUY importante, pues muchas de estas plataformas permiten enviar y recibir solicitudes de amistad. Los padres deben estar al tanto de quiénes son sus “amigos virtuales”. Lo más seguro es que sean sus amigos de la escuela, pero nunca está de más verificarlo.
4. Vigila los chats. Si la aplicación ofrece un espacio para conversar con otros amigos virtuales, debe supervisarse qué se dice en dichos entornos para estar seguros de que hablan con amigos de su misma edad.
5. ¿Móvil o consola? Un móvil puede parecer más barato por la disponibilidad de juegos “gratis”. Sin embargo hay que considerar que suelen ser versiones “freemium”, es decir, su uso de forma básica es gratuita, pero para acceder a opciones avanzadas hay que pagar. En las consolas esto no suele suceder y además, las videoconsolas están focalizadas en un determinado tipo de público, por lo que eligiendo la consola adecuada, nos aseguraremos que sus juegos y aplicaciones son aptas para su edad.
6. Limitar la edad recomendada. Si no dejaríamos a un niño ver una película catalogada como “X”, ¿hay alguna razón para hacerlo con los videojuegos?; estos también tienen una clasificación que indica qué edad es la recomendada. Incluso en los juegos para móviles también se puede conocer esta información.
7. Asegura las formas de pago. Si la plataforma cuenta con la opción de adquirir nuevas aplicaciones, contenidos u objetos en el juego, revisa si es posible establecer una contraseña de confirmación de pago. Es muy importante que esta contraseña no sea conocida por los niños y que sean los padres quienes deban introducirla, asegurando así que sólo comprarán bajo autorización.
8. Actualiza el software. Los dispositivos inteligentes casi siempre requieren actualizaciones de software que incluyen parches de seguridad diseñados para proteger de los ciberdelincuentes. Hazlo cada vez que haya una nueva actualización.