OpenAI ha logrado una cantidad increíble de datos en su sistema de lenguaje de inteligencia artificial.
La masa de texto conseguida con trillones de palabras, fue luego analizada y manipulada por una supercomputadora para crear lo que el grupo de investigación anuncia como un gran avance en inteligencia artificial y el corazón de su primer producto comercial, que salió este jueves.
El nombre del producto –que OpenAI llama ‘la API’–, puede que no sea mágico, pero las cosas que puede lograr a veces parecen bordear la magia.
El software puede realizar un amplio conjunto de tareas, incluida la traducción entre idiomas, escribir historias y poemas y responder a preguntas cotidianas.
OpenAI quiere construir el sistema de lenguaje de inteligencia artificial más flexible y de propósito general de todos los tiempos. Por lo general, las empresas y los investigadores ajustan sus sistemas de inteligencia artificial para manejar una tarea limitada.
La API, por el contrario, puede reducirse en un amplio conjunto de trabajos y, en muchos casos, en niveles comparables con los sistemas especializados.
Si bien el producto se encuentra en una fase de prueba limitada en este momento, será lanzada ampliamente como algo que otras compañías pueden usar en el centro de sus propias ofertas, como sistemas de chat de atención al cliente, productos educativos o juegos, dijo el CEO de OpenAI, Sam Altman.
El producto API se basa en años de investigación en los que la compañía ha compilado bases de datos de texto cada vez más grandes para alimentar sus algoritmos de IA y redes neuronales.
En esencia, la API de OpenAI revisa todos los ejemplos de lenguaje que ha visto y luego usa esos ejemplos para predecir, por ejemplo, qué palabra debe venir después de una oración o la mejor manera de responder una pregunta en particular.
‘Casi llega al punto en que asimila todo el conocimiento humano porque lo ha visto todo antes’, dijo Eli Chen, CEO de la startup Veriph, quien probó una versión anterior del producto OpenAI. ‘Muy pocas compañías podrían pagar lo que cuesta construir este tipo de modelo enorme’.
OpenAI tiene sus críticos, particularmente en la forma en que construye modelos de IA. La compañía gasta millones de dólares realizando cálculos en supercomputadoras y sigue utilizando cantidades increíbles de datos. Es una especie de estrategia de fuerza bruta en un momento en que algunos investigadores quieren ver que los sistemas de inteligencia artificial aprendan solo fragmentos de información.
OpenAI advirtió que su tecnología de investigación era demasiado peligrosa para un uso generalizado solo para mejorarla 100 veces y convertirla en un producto.
Si bien la API es muy impresionante, todavía está lejos de ser algo así como la inteligencia humana, según Chen, ‘Hay muchas cosas mal con la forma en que estamos construyendo en este momento. Si piensas que es un sistema como el almacenamiento de grandes cantidades de información y coincidencia de patrones, en realidad no suena a cómo operan los humanos’.
Greg Brockman, cofundador y director de tecnología de OpenAI, presenta el nuevo producto como un gran avance en inteligencia artificial, que es el primer paso hacia la creación de inteligencia seria en casi todos los productos de software.
Promete que OpenAI será cauteloso y vigilante a medida que las empresas comiencen a usar la tecnología y que él no permitirá las cosas que causen ‘daños’ en el sistema. ‘Es difícil anticipar todo lo que pueda suceder. No creemos que podamos hacer todo bien, ciertamente no por adelantado’.
Aún así, es mejor jugar con este tipo de tecnología ahora, mientras aún se puede controlar y aprender lecciones para aplicar a medida que la IA se vuelve cada vez más poderosa.