De acuerdo con los indicadores económicos, de salud y encuestas realizadas por IDC, se prevé que a los países en América Latina les tome de 6 a 11 meses realinearse ante los efectos de la pandemia del COVID-19.
Esto dependerá en gran medida de la recuperación de cada una de las industrias y segmentos, en términos económicos y de proyectos de TI a partir del primer trimestre del 2021, en opinión de Alejandro Floreán, Vicepresidente de Consultoría y Estrategia de IDC Latinoamérica.
Ante este panorama, se espera que el 53% de las empresas en la región reduzcan las inversiones en TI en el segundo trimestre de 2020, a diferencia de la expectativa global del 55%.
En el primer trimestre de 2020 la mayoría de las categorías tecnológicas experimentaron calma antes de la tormenta, y un ejemplo son los envíos de PC, que crecieron un 4% en América Latina y un 16% en Brasil, en comparación con 2019.
La consultora agrega que el 63% de las empresas están empleando un modelo de trabajo dinámico y reconfigurable, el 52% están conectando a organizaciones e individuos, independientemente de su ubicación, situación o contexto; mientras que el 40% garantiza la resiliencia en la infraestructura digital y el 39% genera confianza en sus clientes.
‘Muchas compañías han tenido que implementar diferentes modelos de Transformación Digital de una manera muy rápida, incluso tuvieron que tomar decisiones apresuradas que han venido corrigiendo durante las últimas semanas’, comenta Floreán.
Los consumidores y las empresas están priorizando dispositivos como las computadoras portátiles y las tablets, que les permiten aprender, trabajar y entretenerse de forma remota.
Es probable que las empresas detengan la implementación de smartphones debido a una mayor adherencia a las computadoras portátiles y tablets.
‘Las soluciones VDI (Infraestructura de escritorios virtuales- por sus siglas en inglés) y las aplicaciones colaborativas están teniendo un crecimiento importante que no se había visto hasta antes del 2019; a pesar de ya estar disponibles anteriormente, hoy en día juegan un rol fundamental para mantener la operación del negocio’, explica el especialista.
Otro de los segmentos que se ha mantenido resiliente es Seguridad, tanto integral como Hardware y Software, así como Servicios.
Uno de los indicadores que soporta el crecimiento, es la optimización de la infraestructura de red para garantizar VPNs rápidas, eficientes y seguras. IDC ha identificado que con la realineación que ocurrirá en los próximos meses, las empresas se enfocarán hacia el manejo seguro y encriptado de los sistemas de colaboración, de escritorio y críticos de las empresas.
En el mercado de las telecomunicaciones en América Latina, las oportunidades de ingresos se encuentran en UCaaS, gestión de Multicloud, Seguridad, SD-WAN y contenido de video; no solo para los operadores, sino también para los proveedores de tecnología.
Etapa post COVID-19
Para la etapa post COVID-19, IDC señala la nube híbrida como la tendencia más importante en América Latina, especialmente en las cargas de trabajo críticas.
Las inversiones se centrarán en garantizar la continuidad del negocio a corto plazo y acelerar las iniciativas de Transformación Digital a medio plazo.
Según Floreán, los proveedores de la nube tendrán más influencia en el centro de datos y las empresas aumentarán el uso de la nube pública durante la pandemia, aprovechando su flexibilidad y escalabilidad.
El impacto inmediato está en la seguridad de la red, específicamente en soluciones que proporcionan conexiones y acceso seguros. Es probable que las organizaciones que aumenten su consumo en la nube también requieran soluciones de seguridad basadas en la nube, menos complejas de implementar e integrar y que estén en línea con la distancia social entre los profesionales de Ciberseguridad y el personal de TI.
Por el momento, IDC recomienda crear conciencia sobre la necesidad de acelerar las iniciativas digitales, especialmente en relación con la continuidad del negocio cuando la situación de la pandemia aminore, así como crear operaciones y servicios digitales más resilientes; repensar la experiencia del cliente y lo que les brinda, además de capacitar a los empleados para ser empáticos y continuar brindando atención al cliente.