AT&T anunció una caída de 25.6% en las ganancias correspondientes al primer semestre del año, en comparación con el mismo periodo de 2019, lastrado por el efecto de la pandemia pero también por la evolución de su negocio de televisión por satélite.
En los primeros meses del año, la empresa ganó 5,807 millones de dólares, de los que tan sólo 1,229 corresponden al segundo trimestre, periodo que coincide con el inicio de la pandemia y que refleja una caída interanual de las ganancias del 66.9%.
Los ingresos durante el conjunto del semestre cayeron el 6.7%, hasta 83,729 millones de dólares, mientras que en el segundo trimestre descendieron el 8.9%, hasta 40,950 millones.
Sólo durante el segundo trimestre, la compañía calcula que la pandemia mermó sus ingresos en 2,800 millones de dólares, un lastre que, junto a la mala marcha del negocio de televisión por satélite, eclipsaron el lanzamiento de su servicio de video en streaming.
A todo ello se suman los costos derivados de los pagos comprometidos por miles de despidos y otros ajustes contables.
La perturbación causada por el COVID-19 castigó principalmente a WarnerMedia, que junto con sus rivales Walt Disney y NBCUniversal, de Comcast, tuvo que detener la mayor parte de su producción televisiva y de películas y aplazar algunas los estrenos de algunas obras de teatro.
La división de medios -que incluye desde el canal CNN hasta los estudios Warner Bros o la plataforma HBO- además dejó de emitir competiciones deportivas durante meses, lo que penalizó a los ingresos publicitarios.
Sin embargo, la empresa cuenta con 36 millones de suscriptores en HBO y su servicio de streaming HBO Max lanzado en mayo, cuando el empeoramiento de la pandemia obligó a millones de estadounidenses a permanecer en casa y ver televisión.
AT&T mantiene este año sus objetivos financieros a largo plazo, aunque llama la atención sobre la incertidumbre económica derivada de la propagación del virus.