Millones de habitantes de la India quedaron sin trabajo a causa de la pandemia de COVID-19 y regresaron a sus aldeas. Ahora, cuando el país empieza a reabrir, millones de estos trabajadores no se sienten seguros de regresar a las ciudades hasta tener la certeza de encontrar el trabajo.
Con la aplicación Apna, presentada por un alumno y exempleado de Apple, los solicitantes de empleo ingresan su nombre, edad y habilidades, para generar una especie de tarjeta de presentación virtual que se entrega a los empleadores en ciudades como Bangalore, Delhi, Mumbai y Pune, y más ciudades próximamente.
‘Una tarjeta de presentación digital es un refuerzo de confianza que solo han visto sus súper jefes cuando llevan tarjetas de presentación’, dice Parikh, un alumno de 32 años de Apple con un MBA de Stanford, que creó Apna. ‘Queremos darles una carrera profesional a millones de trabajadores de la base de la pirámide’.
1.25 millones de personas se han registrado desde su lanzamiento en febrero, y empresas de renombre como Amazon, la tienda de comestibles en línea BigBasket y HDFC Bank, el principal prestamista de India, han contratado trabajadores a través de la aplicación.
El registro está dividido en docenas de secciones, desde trabajos poco calificados como carpintería, sastrería y cocina, hasta puestos de alto nivel en contabilidad, trabajo de laboratorio, centros de llamadas y enfermería. La aplicación está disponible en Hindi y Kannada, por lo que no es necesario dominar el inglés, un problema para muchos indios pobres.
Hasta ahora, la empresa no tiene ingresos, pero Parikh prevé que los solicitantes de empleo paguen el equivalente a unos pocos centavos por cursos de habilidades o lecciones de inglés, y planea cobrar a las empresas por concertar entrevistas.
Parikh, con cinco codificadores y seis meses de trabajo, consideró que Apna estaba listo. Poco después de que la aplicación se puso en marcha, la pandemia golpeó y Parikh sintió que su idea era más relevante que nunca.
Con millones de personas sin trabajo, el tráfico se disparó mucho más allá de lo que había planeado, por lo que contrató a unos 20 codificadores más que trabajaban por las noches y los fines de semana para reforzar su tecnología, y reunió a decenas de personas para inscribir empresas y ayudar a construir comunidades con los solicitantes de empleo.
En julio, facilitó 800,000 entrevistas de trabajo y en agosto está en camino de duplicar la cifra.
‘La vida de la gente está fracturada, les estamos ayudando a volver a armar las cosas’, comenta Parikh.