La Comisión Europea (CE) quiere explotar las posibilidades que ofrecen los datos de carácter no personal generados por los usuarios, creando entidades que almacenen la información y permitan su intercambio en la Unión Europea entre sectores empresariales, respetando la privacidad.
Bruselas aprobará este martes y presentará mañana la nueva ley de gobernanza de datos, pero el comisario de Mercado Interior, Thierry Breton, avanzó hoy algunos detalles de la normativa, en un acto en el centro de estudios económicos Bruegel.
Los nuevos proveedores -conocidos como ‘intermediarios de datos’- deben ‘asegurar que podamos trabajar juntos en el mercado interior’ y permitir ‘el intercambio de alguna información básica’ entre países como ‘el nivel de ocupación de los hospitales’, dijo el comisario.
Se trata de ‘crear las condiciones para permitir el acceso (…) a datos públicos de carácter sensible’, almacenándolos y procesándolos en la UE ‘con pleno respeto a nuestros compromisos internacionales’, dijo Breton, ‘alejándose de las actuales prácticas de las grandes plataformas tecnológicas’.
Los proveedores de servicios de intercambio de datos tendrán que ‘aplicar medidas para evitar tener que cumplir con las solicitudes abusivas e ilegales (de acceso a los datos) de terceros países’.
Ante las críticas de que la ley promueva el proteccionismo de big data en un mundo globalizado, Breton defendió que la UE no puede ser ‘ingenua’ y permitir el acceso a la información ‘que no ofrezca garantías legales’.
‘Esto no implica poner en cuestión nuestra cooperación internacional, judicial o policial’, aseguró el político francés.
Breton compartió panel con el activista en protección de datos Maximilian Schrems, quien expresó algunas dudas sobre las garantías a dicha protección que ofreció el comisario.
Schrems, que ganó la batalla en el Tribunal de Justicia de la UE a empresas como Facebook, Apple o Microsoft por el uso ilegal que hacían de los datos cuestionó que la UE pueda garantizar su objetivo en una economía digital y global liderado por compañías estadounidenses.
Para seguir fomentando una economía abierta, evitando el proteccionismo de los datos, Schrems cree que la única opción de la UE para competir en este entorno es presionar para crear sistemas interoperativos donde se respeten las mismas normas.