El baccarat, bacará o bacarrá dependiendo de la parte del mundo en donde uno se encuentre es un juego de cartas muy frecuentado de los casinos y similar al blackjack. Hay varios modos de juego en el que cambia quien es el banco, sus cartas se diferencian en figuras y palos con numeraciones de 10 y 0. El juego llega a su fin cuando algún jugador tiene el valor más cercano posible del 9 al sumar sus cartas y mayor que el que tenga la banca.
Como suele suceder con el origen de los juegos, aún no está claro el surgimiento del Baccarat. Varios historiadores afirman que se creó en Francia alrededor del año 1400, otros dicen que se inició en Italia ya que su nombre, bacarrá, proviene de una palabra antigua italiana cuyo significado es cero y también se utilizaba para llamar a la peor mano de un juego. El rumor de que sus orígenes fueron en tierras francesas se debe a que las reglas se crearon en dicho país tras la evolución del juego y, allí, también surgieron dos versiones: Banque y Chemin de Fer.
Este juego de azar no tuvo un comienzo brillante ya que fue prohibido, entre otros, por el Rey Luis XIV de Francia en su corte, pero como lo prohibido atrae más, se convirtió en el juego más popular de la alta sociedad del siglo XVI y XIX. Un siglo más tarde, este juego de casino, el baccarat se convirtió en el más “cool” de los casinos europeos debido a que era frecuentado únicamente por personas de la alta sociedad como aristócratas, magnates y otros individuos adinerados. De hecho, solo se podía jugar en algunas zonas específicas para así restringirlo al resto de la población.
El padre del personaje novelístico James Bond, seguramente eligió este juego para que sea el favorito del agente 007 debido al glamour y elegancia que representa el Baccarat. Aunque a diferencia de la primera novela de Ian Fleming, Casino Royale, en la película dirigida por Martin Campbell basada en esta misma novela han sustituido a este juego por el Poker Texas hold ‘em.
A desemejanza de la actualidad donde uno puede jugar a los clásicos juegos de casino online o en los casinos físicos que reciben a miles de usuarios a diario, el baccarat no tuvo buena aceptación en América en sus inicios. Varios años después de su llegada al continente se le dio una segunda oportunidad y fue en 1950 cuando se comenzó a jugar en casinos cubanos ya que habías varios establecimientos de azar estadounidenses. Con el paso del tiempo fue ganando su lugar en las mesas de los casinos de América, aunque en los años 70 algunos apostadores aún le temían a este juego de cartas debido a su situación económica o su clase social ya que rondaba el estigma de ser un juego de gente adinerada y presuntuoso. Además, a varios les inquietaba la idea de perder mucho dinero jugándolo, pero muy lejos de estos pensamientos Tommy Renzoni quien fue considerado un gánster del baccarat fue el primero en llevarlo a Las Vegas.
Afortunadamente el baccarat ya es un juego bien recibido en cualquier parte del mundo y se puede encontrar en los casinos online o físicos. La emoción que conlleva este juego de azar puede ser disfrutada por cualquier clase social ya que uno decide cuánto quiere apostar al igual que en el resto de los juegos, sin temor a nada. La única preocupación que debe tener el jugador aficionado es aprenderse bien las reglas para sacar el máximo beneficio posible.