Alfi, una pequeña empresa de software de inteligencia artificial, tiene planes ambiciosos para utilizar el reconocimiento facial para orientar anuncios individualizados a las personas mientras caminan por un aeropuerto, un centro comercial, etc.
La idea podría resonar en la industria publicitaria que está lidiando con la desaparición del seguimiento de personas en Internet a través de cookies.
Pero la compañía, que aún no registra más de un anunciante, también está provocando algunas de las mismas preocupaciones sobre la privacidad que han obstaculizado incluso a los gigantes tecnológicos más tradicionales.
Esta brecha proporcionada entre su visión y sus fundamentos, ha convertido a Alfi en un repositorio popular de memes, sujeta en el precio de sus acciones.
El software de Alfi está diseñado para mostrar anuncios a las personas según su edad, sexo y origen étnico sin identificar específicamente a la persona. Utilizando pequeñas señales faciales, la empresa dice que luego puede proporcionar información a los anunciantes sobre la reacción de una persona al producto.
‘Solo usamos un sensor para detectar métricas simples como la edad y el género’, dijo Paul Pereira, fundador y director ejecutivo de Alfi. ‘El solo hecho de que podamos elegir un género en un modelo productivo sin violar la privacidad, nos coloca en un 50% por delante de todo lo que hay en el mercado al día de hoy’.