Telefónica se comprometió a aceptar 2,316 solicitudes de baja de empleados en España, el 95.66% de las peticiones recibidas, informaron este martes fuentes sindicales.
El costo para la compañía de las peticiones aceptadas en el Plan de Suspensión Individual (PSI) de empleo será de unos 1,400 millones de euros para la empresa (más de 1,500 millones de dólares), y las salidas se producirán en febrero próximo, según fuentes próximas a la empresa.
En la reunión de la comisión de seguimiento del PSI celebrada hoy, la compañía y los sindicatos acordaron flexibilizar los criterios de aceptación de las solicitudes para aceptar el máximo de peticiones recibidas.
Esto supone la salida de 400 trabajadores menos del tope previsto por la compañía (unos 2,700) y alrededor del 78% del máximo de salidas que pactaron ambas partes (2,982).
La compañía ya está confirmando individualmente por correo electrónico la aceptación de las solicitudes de los trabajadores acogidos a este plan para el proceso de firma del contrato de suspensión.
Telefónica calculaba, según informó en diciembre pasado, que serían cerca de 2,700 empleados los que se acogerían al PSI y que le supondría un costo de unos 1,500 millones de euros (cerca de 1,600 millones de dólares) antes de impuestos.
Esta cifra, que se contabilizaría en el cuarto trimestre de 2021, según dijo entonces la compañía, estimaba que los ahorros anuales promedio de gastos directos se situarían por encima de los 230 millones de euros (unos 250 millones de dólares) a partir de 2023.
El pacto se cerró a finales de diciembre y el PSI estaba abierto para empleados nacidos desde 1967, con una antigüedad en la empresa de 15 años.
El plan afecta a los empleados de Telefónica España, Telefónica Móviles y Telefónica Soluciones, que suman en torno a 18,000 trabajadores.
Además de en España y otros países europeos, como Alemania y el Reino Unido, Telefónica tiene presencia en gran parte de América Latina y en Estados Unidos.
