El Parlamento Europeo ratificó el fin del roaming hasta 2032, de tal forma que las llamadas o el consumo de datos móviles cuando se viaje a otro país de la Unión Europea cuesten lo mismo que en el lugar de residencia, como ocurre desde 2017.
La Eurocámara validó hoy por 581 votos a favor, 2 en contra y 5 abstenciones el acuerdo político que ya alcanzaron en diciembre las instituciones europeas para extender esta medida diez años más.
Los ciudadanos también tendrán derecho a navegar en internet con la misma velocidad que tengan contratada en su país de residencia, si hay redes disponibles, algo que actualmente no siempre ocurre, ya que según la Comisión Europea, el 33% de los consumidores han tenido una peor calidad al viajar al extranjero.
Las personas que viajen a otro país de la UE también tendrán derecho a acceder de forma gratuita a los servicios de emergencia, ya sea a través de una llamada o del envío de un mensaje de texto, pudiendo enviar su localización.
Al mismo tiempo, los operadores de telefonía móvil tendrán la obligación de informar a los ciudadanos de los sobrecostos que pueden pagar si llaman a teléfonos de atención al cliente, por ejemplo de compañías aéreas o de aseguradoras.
‘La eliminación de los recargos por usar el móvil en otro país de la UE es una historia de éxito sin precedentes. Demuestra cómo todos nos beneficiamos del mercado único’, dijo la ponente del informe, la eurodiputada del PPE Angelika Winzig.
El acuerdo contempla también la revisión de los precios mayoristas que se pagan entre sí las operadoras cada vez que un turista utiliza su red.
Ese coste tendrá un tope de 2 euros por gigabyte (Gb) desde 2022 hasta 1 euro en 2027. Si los consumidores superan los límites de sus contratos en itinerancia, los cargos adicionales no pueden ser superiores a los límites de itinerancia al por mayor.