En Shanghai y sus alrededores, Apple ha enfrentado cuellos de botella en la cadena de suministro y una gran cantidad de problemas adicionales causados por los severos bloqueos de COVID-19.
Hasta este mes, impulsar las ventas en China ha sido uno de los logros más importantes del director ejecutivo Tim Cook. También lo ha hecho convertir al país asiático en una gigantesca base de producción que ha ayudado a reducir costos.
Ahora, sin embargo, la apuesta de Cook por la fabricación centralizada parece cada vez más arriesgada.
Las tribulaciones de Apple en China quedaron en evidencia el mes pasado, cuando estallaron enfrentamientos violentos en una fábrica de proveedores en Shanghai.
Los trabajadores se rebelaron después de pasar largos periodos aislados en la fábrica, cuando no se les permitía salir, como parte de los esfuerzos para evitar la contaminación por COVID.
Apple advirtió en un reporte de ganancias, que las interrupciones por la continua escasez de chips y las restricciones del virus en China le costarán a la compañía hasta 8 mil millones de dólares en ventas en el trimestre actual.
Los consumidores estadounidenses ahora deben esperar hasta dos meses si solicitan un modelo MacBook Pro de 14 o 16 pulgadas. No es de extrañar que las MacBook Air actualizadas, anunciadas el lunes, no saldrán a la venta hasta julio.
La compañía se ha movido para reducir su dependencia de China. Cook dijo en una reciente llamada de inversionistas que la cadena de suministro de Apple es verdaderamente global.
De hecho, la firma californiana ahora está fabricando algunos iPhones en India y Brasil, y hay planes de trasladar parte de la producción del iPad y MacBook a Vietnam. Aún así, la escala de esos sitios se ve empequeñecida por el gigantesco imperio manufacturero que alberga China.
Al mismo tiempo, China lucha por cumplir con su objetivo económico oficial para este año. Sus mercados aún se están recuperando de su campaña de ‘COVID Cero’, y se espera que el enfriamiento del economía del país afecte los envíos mundiales de teléfonos inteligentes este año.
En el lado positivo de Apple, le está yendo un poco mejor que a los rivales de Android, manteniendo el objetivo de producción en 2022 con pocos cambios con respecto al año pasado.
