Samsung Electronics logró un beneficio neto de 8,320 millones de euros entre abril y junio, un 15.3% interanual más, pese a cierta caída de la demanda por la conyuntura geopolítica.
El beneficio bruto de explotación (EBITDA) de la compañía con sede en Suwon fue de 10,850 millones de euros en el segundo trimestre de 2022, un 12.3% más que en el mismo período del año pasado, según su informe financiero publicado este jueves.
En lo que respecta a su beneficio operativo, se sitúo en 10,580 millones de euros, un 12.2% más; mientras que su facturación por ventas creció un 21.2% interanual, hasta 54,150 millones de euros.
Es el cuarto trimestre consecutivo que el mayor fabricante mundial de chips de memoria y teléfonos inteligentes del mundo registra una facturación de más de 70 billones de wones, ayudado por la continua demanda de chips, sobre todo para servidores, así como de sus modelos móviles insignia y un cambio de divisa favorable.
La división de semiconductores de la empresa logró unas ventas de 21,370 millones de euros), un 23.6% más, y el beneficio operativo de la rama aumentó un 44%, hasta 7,480 millones de euros.
La de teléfonos móviles, aunque registró unas ventas sólidas con un crecimiento del 12.2% interanual, hasta 5,780 millones de euros, vio ralentizada su rentabilidad y su ganancia operativa, que se contrajo un 17.2% con respecto al año previo, hasta 795 millones de euros.
Samsung Electronics constató un impacto en sus cuentas de factores macroeconómicos, como la situación geopolítica actual o la subida de la inflación, que han provocado una caída de la demanda entre los consumidores y un encarecimiento de costes que han ralentizado su crecimiento, según explicó en su informe financiero.
En términos intertrimestrales, sus ventas retrocedieron un 0.7% tras un primer trimestre récord, y su EBITDA se contrajo un 4%.