India lanzó un plan de incentivos financieros de 2,000 millones de dólares para atraer a los fabricantes de computadoras, portátiles, tablets y otro hardware al país.
Esta iniciativa tiene como objetivo diversificar las cadenas de suministro más allá de China.
El primer ministro, Narendra Modi, está aprovechando el éxito de las operaciones de ensamblaje local de Apple, que ha permitido a la compañía producir aproximadamente el 7% de sus iPhones a nivel mundial, para posicionar a India como un centro de fabricación global viable.
Con la guerra comercial entre Estados Unidos y China y las estrictas políticas relacionadas con COVID-19 en el gigante asiático, Nueva Delhi busca atraer más producción tecnológica a India, brindando a las empresas una alternativa a considerar.
El plan de incentivos implica un reembolso del 5% a las empresas sobre los precios de los productos terminados en la fábrica. La adquisición local de componentes ayudará a los fabricantes a obtener beneficios financieros adicionales.
Se espera que los fabricantes chinos, como Lenovo, enfrenten dificultades para obtener incentivos debido a la tensa relación entre China e India después del conflicto fronterizo en el Himalaya en 2020.