Agility Robotics presentó su modelo más reciente de robot humanoide RoboFab, fabricado con acero inoxidable en las articulaciones de los hombros y las caderas.
Su diseño incluye un conjunto de circuitos y sensores destinados a la cabeza y el torso, todos interconectados por un sistema de cables cuidadosamente ordenados, creando una escena que evoca un inquietante parecido con un sistema nervioso humano.
Aún sin extremidades, el robot se encuentra en fase de prototipo para validar su diseño antes de que los trabajadores instalen el hardware en la próxima generación de Digit, el robot de la compañía, que presenta acabados en tonos gris metalizado y azul verdoso.
El robot será la punta de lanza de la cuarta generación de Digit, con varias unidades por entregar antes de que termine el año, según Peggy Johnson, directora ejecutiva de Agility.
Estos robots están siendo probados en almacenes de Amazon, donde un grupo de fabricantes combina baterías, motores y sensores cada vez más potentes con software avanzado, permitiendo que los robots trabajen en espacios diseñados para humanos.
Agility, que ha recaudado 180 millones de dólares hasta la fecha, necesitará atraer más inversión para facilitar su transición de investigación y desarrollo a una fabricación a gran escala.
Los fabricantes de robots humanoides experimentaron un auge en inversiones a principios de este año, impulsados por la premisa de que las startups respaldadas por inteligencia artificial similar a ChatGPT podrían desarrollar robots capaces de razonar en su entorno.
Agility, que también está integrando grandes modelos de lenguaje en el software de control de Digit, confía en que aumentar la presencia de robots en entornos laborales será más efectivo que generar un impacto mediático.
Johnson señala que existen muchos videos en línea de robots de la competencia realizando tareas llamativas, como preparar café o hacer volteretas, pero cuestiona cuántos de ellos realmente están trabajando junto a clientes en turnos regulares.