Islandia está creando una infraestructura de pagos nacional que garantizará el procesamiento de transacciones incluso en caso de quedar aislada del resto del mundo.
Conectada a otras naciones mediante cuatro cables de datos submarinos, la nación del Atlántico Norte busca asegurar que los pagos puedan realizarse sin necesidad de conexión a Internet fuera del país.
Actualmente, más del 90% de los pagos minoristas se procesan en el extranjero a través de Visa y MasterCard, según el Banco Central.
Aunque es poco probable que todos los cables queden fuera de servicio simultáneamente, Islandia está desarrollando una solución que, además de garantizar la autonomía en los pagos, reducirá costos y podría estar lista este mismo año, según Sigridur Dis Gudjonsdottir, directora ejecutiva de Greindsluveitan, entidad del Banco Central encargada de coordinar la nueva infraestructura financiera.
‘Hemos puesto todos nuestros recursos en las compañías internacionales de tarjetas de pago’, señaló Gudjonsdottir.
Islandia ha enfrentado situaciones de aislamiento financiero en el pasado. Durante la crisis de 2008, cuando su sistema bancario colapsó, las empresas internacionales de tarjetas consideraron bloquear los pagos con tarjetas islandesas, lo que habría tenido un efecto devastador, según documentos que justifican la necesidad de esta nueva infraestructura.
Las autoridades esperan que la solución nacional reduzca los costos, tal como ha ocurrido con otras iniciativas en los países nórdicos, indicó la directora ejecutiva.