Nvidia reportó un beneficio neto de 72,880 millones de dólares en los últimos doce meses, lo que representa un crecimiento interanual del 146%.
En el cuarto trimestre, la compañía alcanzó ganancias de 22,091 millones, impulsadas por ingresos de 39,331 millones, un 77.96% más que en el mismo periodo del año anterior.
Durante el ejercicio fiscal concluido, los ingresos totales ascendieron a 130,500 millones, un 114% más en comparación con el año anterior.
Jensen Huang, CEO de Nvidia, destacó que la compañía ha logrado escalar la producción de sus superordenadores Blackwell con éxito, generando ventas multimillonarias. Según Huang, la inteligencia artificial avanza a gran velocidad y la denominada IA agéntica, capaz de tomar decisiones autónomas, está consolidándose en diversas industrias.
El segmento de Centros de Datos, que incluye los chips especializados en IA, se mantuvo como el principal motor de crecimiento de Nvidia, con ingresos de 35,600 millones en el trimestre, un 93% más interanual.
En contraste, el sector de videojuegos, su segunda línea de negocio más relevante, generó 2.500 millones, una caída del 22% frente al trimestre anterior y un 11 % menos que hace un año. Sin embargo, los ingresos anuales de este segmento crecieron un 9%, alcanzando 11,400 millones, impulsados por la adopción de las nuevas tarjetas gráficas GeForce RTX 50.
Para el próximo trimestre, Nvidia proyecta ingresos de 43,000 millones, aunque prevé un aumento en los gastos operativos, que pasarían de 4,690 millones en el último periodo a 5,200 millones.
La compañía, que se ha consolidado como la segunda empresa con mayor valor en bolsa a nivel mundial con 3.2 billones de dólares, publicó sus resultados tras el cierre de Wall Street. En la reacción inicial del mercado, sus acciones subieron un 2.3%.
En los últimos cinco años, las acciones de Nvidia han acumulado una revalorización del 1,800%. El informe también refuerza la confianza de los inversionistas en la demanda de procesadores de alto rendimiento para IA, luego de que la compañía enfrentara incertidumbre en enero tras la irrupción de la firma china DeepSeek, que desarrolló un modelo competitivo con costos significativamente menores.
