El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, advirtió que impondrá un arancel del 25% a los productos de Apple si la compañía no traslada su producción y comienza a fabricar sus iPhones en territorio estadounidense.
Trump dejó claro que desde hace tiempo le ha pedido al director ejecutivo de Apple, Tim Cook, que los iPhones que se vendan en Estados Unidos se fabriquen y ensamblen dentro del país, no en India ni en ningún otro lugar. Si esto no sucede, Apple tendrá que pagar un arancel de al menos 25%.
Esta declaración causó un impacto inmediato en el precio de las acciones de Apple, que cayeron más de 3% en las operaciones electrónicas previas a la apertura de la bolsa en Nueva York.
En febrero pasado, poco después de que Trump regresara a la presidencia, Apple anunció una inversión de 500,000 millones de dólares en los próximos cuatro años para establecer plantas de fabricación de servidores y productos de silicio, en respuesta a la presión del mandatario, quien busca que las grandes empresas estratégicas regresen sus operaciones a Estados Unidos.
Desde entonces, Trump había elogiado varias veces ese compromiso de Apple.
Los iPhones y otros productos de Apple, que tienen en Estados Unidos su principal mercado, han estado en el centro de la atención debido a la posible aplicación de estos aranceles, que podrían afectar las ventas y resultar impopulares entre los consumidores estadounidenses.
A principios de mayo, Apple informó que si los aranceles actuales se mantienen, la empresa enfrentará un impacto de alrededor de 900 millones de dólares en costos durante el próximo trimestre.
La amenaza de Trump contra Apple coincide con su anuncio del mismo día sobre un posible arancel del 50% a todos los productos de la Unión Europea, al asegurar que las negociaciones con Bruselas no están avanzando.
