El famoso boca en boca tiene un nuevo y más ágil camino, nacido apenas hace unos años. El word of mouth, como se le conoce en inglés, nace ahora en línea a través de las redes sociales.
Si bien en México todavía nos falta, es importante que tomemos nuestras provisiones para esta nueva realidad.
Tan estamos en esa dirección en el mundo que, actualmente, existen dos sitios dedicados a redes sociales: Facebook y Myspace, ubicados entre los 10 con más tráfico en Internet, sólo detrás de sitios como Google, Yahoo!, Wikipedia y Youtube, entre otros.
Facebook, lanzado apenas en febrero del 2004 por Mark Zuckerberg y Dustin Moskovitz, dos estudiantes de Harvard, en menos de un año alcanzó el primer millón de usuarios activos y hoy tiene más de 90 millones.
Las razones de este crecimiento exponencial tienen que ver con cuatro hechos:
la gente está ávida de comunicarseel medio bidireccional y en línea es el favoritolas herramientas simples son el caminolas imágenes hacen una diferencia.
Todos hemos conocido personas porque compartimos algo: una universidad, un trabajo, un club deportivo, algún curso o algún amigo en común; no obstante, con el tiempo perdemos el contacto y quizá llegamos a pensar que esa fue la última vez que los veríamos en la vida.
En esa vieja realidad, las redes sociales que los individuos creábamos llegaban a ser muy frágiles o incluso a perderse por completo, al grado que podíamos cruzarnos con la misma persona que conocíamos en una época de nuestras vidas y pasarlo por alto, por la misma falta de contacto.
Lejos quedaron aquellos tiempos en que pensamos que para vivir en sociedad había que compartir el espacio real en el que se estaba, ahora basta compartir el espacio virtual para estar en sociedad y ese es el mérito y propósito de las famosas redes sociales como Facebook. Nos permiten vivir y convivir en sociedad de manera virtual y real al mismo tiempo.
Todavía en México existen temores con respecto a su uso, nada que no haya pasado con el Internet en su momento; sin embargo, es fácil darse cuenta de que este tipo de espacios virtuales llegaron para quedarse, basta visitarlos y utilizarlos un poco para conocer su potencia.
Pero lo interesante aquí es que las personas más o menos activas en este tipo de espacios tienen como mínimo 20 amigos y es relativamente fácil encontrar los que tienen más de 100 amigos, con los cuales intercambian información de todo tipo con gran facilidad, de manera que, por este medio, un mensaje potente e interesante puede llegar a tener un efecto multiplicador importante.
Simplemente, pensemos que pasando tres niveles de amigos, en el peor escenario el efecto podría ser 20 por 20 por 20, dando como resultado 8,000 impactos. Pero vayamos al escenario optimista que se avecina, 100 por 100 por 100 nos dan 1 millón de impactos.
Fuente: El Economista, Pedro Castillo, Experto en Asuntos Corporativos, Comunicación y Relaciones Públicas