La transmisión en video es un fenómeno de nuestros tiempos que adquiere cada vez mayor importancia por el enorme espectro de beneficios que transfiere a las organizaciones. De hecho, se dice que el video es la nueva voz; esto es, el nuevo canal de comunicación que incorpora todas las ventajas de la interactividad en tiempo real, con movilidad y múltiples dispositivos.
La red IP
A mediados de los años 90, la disponibilidad de redes IP dieron lugar a la implementación de soluciones de videoconferencia que permitieron integrar todo el sistema en la red con grandes beneficios en costos y eficiencia. Así se superó la fase anterior en la que se empleaba tecnología ISDN (Transmisión de voz y datos en canales separados), para lo cual se requería de una red alterna con los consiguientes problemas de administración y los costos de equipamiento y transmisión.
Calidad de la red
En telepresencia, la calidad es una variable dependiente del ancho de banda. Hace cinco años la calidad en esta aplicación era más o menos similar a la que hoy recibimos en un smartphone. Ahora disponemos de códecs (compresión y descomprensión) evolucionados para codificación de video y el envío correspondiente, con lo cual ha mejorado la calidad. Sin embargo, se requiere también de mayor ancho de banda y una red mejor dispuesta para superar los tiempos de respuesta, es decir, 2.25 megas simultáneamente para las salidas de internet.
Con la creciente variedad de servicios que se incorporan a la red, se requiere de 15 megas cuando se transmite una cantidad importante de información, que además incorpora soluciones de Web, Twitter, etc.
Los consumidores demandan cada vez más ancho de banda, y esto es una tendencia incontenible. Si la red estuviera suficientemente preparada, solo se integrarían equipos de video y aplicaciones de distribución de contenido. Siempre y cuando, reiteramos, la red esté preparada. Es decir, se haya hecho una inversión pensando a futuro en términos de capacidad de ancho de banda. A lo anterior hay que agregar un sistema de control de llamadas para no limitar la adopción del sistema. Algo que se puede hacer adicionalmente es implementar Calidad de Servicio, para que el tráfico esté configurado por prioridades en voz y video. Sin embargo, si la información a enviar tiene solo tres megas, por ejemplo, se generaría un cuello de botella, por que los enlaces se saturan y la calidad falla.
Ancho de banda
Una solución adicional sería agregar ancho de banda, pero éste es siempre insuficiente porque cada vez se agrega más información por enviar.
Una opción respecto al ancho de banda es crear una red alterna para video. Sin embargo, surge el problema de administración de la red que puede impactar en los costos, ya que existe el riesgo potencial de generar una isla de comunicaciones.
En términos generales se recomienda que, del ancho de banda disponible, el 35% sea en tiempo real.
La comunicación en video es muy exigente en el ancho de banda, ya que se realiza en tiempo real. Una opción es utilizar la tecnología de H264, que es el protocolo de compresión de video y envío al monitor de telepresencia.
Actualmente el ancho de banda sigue siendo una limitante para la adopción de telepresencia en alta definición. Sin embargo, existen agregados al protocolo H264 que reducen en un 50% los requerimientos de ancho de banda. Esta solución ya está disponible en el mercado.
Latencia
Este es un problema potencial en las redes de videoconferencia. Entendemos por latencia el tiempo que tarda el envío de un paquete de un lugar a otro. Este tema se convierte en problema cuando en el diálogo la comunicación no fluye naturalmente, lo cual constituye un problema grave en comunicaciones en tiempo real.
La pérdida de paquetes es un fenómeno que puede aniquilar los esfuerzos de comunicación en tiempo real, y ocurre cuando la infraestructura no está diseñada para procesar la información y los enlaces son más pequeños que lo requerido. El problema serio es que los paquetes perdidos no son recuperables. Por principio, los enlaces en video no pueden tener latencia.
Finalmente debemos dejar claro que para un proyecto de videoconferencia la red debe estar preparada:
- Tener un ancho de banda suficiente.
- El equipamiento de la red debe estar en buen estado.
- Las soluciones de calidad de servicio deben incluir al carrier.
- Se requiere de un trabajo en equipo que integre a los responsables de la Red.
La implementación de redes de video debe contar con el valor agregado que significa la asesoría continua de especialistas, para asegurar el retorno de la inversión en su sentido más amplio.
