Con el uso de internet, hoy cada vez son más las empresas que conocen mejor a sus clientes y que, gracias a las herramientas tecnológicas, pueden tener información sobre los hábitos de compra, los cuales pueden usar para realizar promociones o programas de lealtad, dando a la compañía una ventaja enorme al contar con un mayor conocimiento sobre sus usuarios. En esencia, las empresas que hacen esto están aprovechando las tecnologías de información, pero, ¿qué pasa con los datos y con toda la información que guarda una empresa?
Desde los datos confidenciales, pasando por la propiedad intelectual, hasta las transacciones financieras, las compañías poseen cantidades masivas de información que no solo les permiten ser más productivas y mucho más competitivas, sino que también dan pie al crecimiento de sus negocios. De hecho, el Reporte sobre el Costo y Manejo de la Información 2012 en la que participaron más de 4 mil 500 organizaciones globales (500 de América Latina – 100 de México), revela que, en América Latina, la información digital representa 50% del valor total de una organización, mientras que a nivel global es 49%.
La cantidad de información sobre los sistemas corporativos es mayor que nunca. La empresa promedio almacena grandes volúmenes de datos: un aproximado de 100,000 terabytes tan solo en un año, cifra que se espera aumente en un 67% para 2013. Esta es una estadística muy interesante si tomamos en cuenta lo que invierten las empresas en su información. A nivel global, el gasto promedio de las empresas en cuestiones relacionadas con el manejo y protección de información es de $38 millones de dólares, mientras que las PyMEs gastan $332,000 dólares.
La encuesta también encontró que la misma información que ayuda a las empresas a mejorar su forma de establecer estrategias de venta o el precio de sus productos de manera más eficaz, también pueden convertirse en una gran desventaja si no se gestiona adecuadamente. En el último año, en América Latina el 80% de las empresas sufrieron alguna forma de pérdida de información. Las empresas encuestadas creen que al menos el 45% de su información está duplicada, lo que significa que está pagando para almacenar y administrar más de lo debido. En México, sólo el 70% de la información en las organizaciones está bien organizada y es fácil de localizar; por otro lado, 40% se encuentra almacenada en centros de datos y 32% en archivos de respaldo.
Entonces, ¿cómo puede una compañía asegurar que su información sea un activo que impulsa la productividad, en lugar de un pasivo que conduce al aumento en la complejidad y en los costos? La empresa Symantec recomienda que cuando se trata de protección, es necesario enfocarse en la información misma, ya sea que resida dentro de las cuatro paredes de la compañía, en el dispositivo móvil de un empleado o en la nube de un tercero, pero lo más relevante es que esté altamente protegida y bien gestionada, donde quiera que se encuentre.
El 35% de las empresas considera como todo un reto la expansión de la información y el abrumador crecimiento de los datos desorganizados, de difícil acceso y a menudo duplicados en otro lugar. Se debe ser capaz de separar los datos inútiles de la información que es verdaderamente valiosa para el negocio, y en consecuencia protegerla. Al clasificar los datos en función de su valor crítico de propiedad, o la frecuencia con la que se accede a ellos, las compañías pueden proteger lo que es importante para ellas y asegurar que estén disponibles cuando lo necesiten. De esta manera se pueden reducir los costos al eliminar lo que no es necesario.
El Reporte sobre el Costo y Manejo de la Información 2012 refleja el hecho de que las apuestas en el campo de la información son más altas que nunca, y es importante saber mover nuestras cartas. La clave está en la adopción de una estrategia centrada en la protección de la información.
