El consejero delegado de Apple, Tim Cook, anunció hoy que el gigante informático californiano comenzará a producir «el próximo año» una línea de sus computadoras Mac en Estados Unidos, aunque no especificó qué modelo.
En una entrevista en la emisora NBC, Cook explicó que «la compañía ha estado trabajando desde hace años en producir más y más en Estados Unidos».
Cook respondía así a las críticas que ha recibido Apple por producir y ensamblar la mayor parte de sus productos fuera de Estados Unidos, en un momento en el que la economía estadounidense lucha por reducir la tasa de desempleo.
En este sentido, el ejecutivo se defendió asegurando que el «motor» o el «cristal» de un iPhone han sido producidos en Estados Unidos.
Sobre el enorme peso de China como lugar de producción, Cook destacó que «no se trata del precio, sino de las habilidades».
«Con el paso del tiempo, hay habilidades que están asociadas con la manufactura que han salido de Estados Unidos. No necesariamente gente, pero el sistema educativo ha dejado de producirlas. Debe ser un esfuerzo concertado el recuperarlas», subrayó.
El consejero delegado de la compañía creadora del iPad y el iPhone afirmó: «si se echa una mirada atrás y se ve el efecto de Apple en la generación de empleo en Estados Unidos, estimamos que hemos creado más de 600,000 empleos».
La mayor parte de los trabajadores de Apple en Estados Unidos se concentran en la sede de Cupertino, California, en tareas de desarrollo e investigación, sus tiendas de venta y los centros de datos construidos en Carolina del Norte, Nevada y Oregón.
Cook, que asumió al frente de Apple en agosto de 2011, poco antes de que Steve Jobs falleciera por un cáncer de páncreas, se refirió también a su predecesor.
«Le extraño profundamente. Una de las cosas que hizo por mi, que me quitó un gran peso de encima que normalmente estaría ahí, es que me dijo en un par de ocasiones antes de morir que nunca me preguntase qué habría hecho Steve Jobs, simplemente que hiciese lo correcto», afirmó Cook, que comenzó a trabajar en Apple en 1998.
EFE